En una segunda muestra de análisis a la que se sometió la ciclista, hechos entre el 29 de marzo y el 2 de abril, no se localizaron los niveles mínimos de CERA establecidos por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, en sus siglas en inglés), aseguró hoy el CONI.

En el primer análisis, el pasado 10 de enero en la localidad de Segrate (norte de Italia), donde participaba en el Campeonato Italiano de ciclocross, la atleta dio positivo por EPO de tercera generación, por lo que el tribunal antidopaje del CONI dictaminó su suspensión.

El resultado de estas muestras analíticas, ambas revisadas y confirmadas por el laboratorio francés de Chatenay-Malabry, ha sido remitido por parte del CONI a la Agencia Mundial Antidopaje para que ésta investigue sobre una nueva tipología de casos y lo incluya en la casuística internacional.

En los próximos días el CONI examinará el caso de Rossi con la ayuda de expertos para evaluar las medidas de su competencia.

Vania Rossi es pareja del italiano Riccardo Riccò, que se encuentra cumpliendo una sanción de veinte meses de suspensión, tras dar positivo por EPO de tercera generación, en la cuarta etapa del Tour de Francia de 2008.