El español Alejandro Valverde (Caisse d''Epargne) ha tirado de la tremenda clase que atesora para imponerse al sprint en la 55 Clásica de Primavera de Amorebieta (171,6 kms.), una carrera marcada por la lluvia caída y por la lucha abierta en los últimos kilómetros de destacados corredores del pelotón internacional.

Tras el murciano, al que, como siempre que le acompaña, le ha facilitado mucho el trabajo Joaquín ''Purito'' Rodríguez, han entrado en la línea de meta Egoi Martínez (Euskaltel-Euskadi) y Jose Herrada (Contentpolis AMPO), todos ellos encabezando un grupo de diez corredores que han llegado por delante a Nafarroa Kalea.

El otro gran favorito a la victoria, Damiano Cunego (Lampre), vencedor el año pasado, ha terminado en sexta posición, un puesto un tanto discreto para la velocidad que suele demostrar en este tipo de llegadas.

Un triunfo trabajado

Valverde ha ganado incluso sin que pareciese que pudiera hacerlo, ya que a unos 300 metros de la meta aún estaba cerrado dentro del grupo cabecero. Pero el de Las Lumbreras es casi un seguro de vida en una llegada así y volvió a demostrar que en pruebas muy disputadas al final tiene una velocidad más que el resto.

Y eso que la victoria no ha sido lo asequible para él de otras ocasiones, ya que enfrente ha tenido a rivales más rodados por haber corrido durante la semana la exigente Vuelta al País Vasco.

Entre ellos, han dado brillo a unos últimos 25 kms. muy peleados el Euskaltel al pleno, buscando una victoria en casa; el italiano Vicenzo Nibali (Liquigas), que no ha dejado de atacar en las últimas subidas a Muniketa (segunda) y Autzagane (tercera); o el luxemburgués Fran Schleck (Saxo Bank), a quien una curva mal tomada quizás le haya privado de la victoria con la que soñaba tras coronar la última subida, a 4,5 kms. de meta, con una pequeña ventaja.

También han tenido importante protagonismo dos corredores inscritos a última hora, Ezequiel Mosquera (Xacobeo-Galicia) e Igor Antón (Euskaltel). El gallego ha intentado dinamitar la carrera en la última subida y ha llegado con los mejores a meta, mientras que el vasco, de nuevo en las carreteras tras su grave caída en la Vuelta a España del año pasado, ha sido el principal punto de referencia de los 150 primeros kms.

En el trabajo al ataque de Euskaltel para lograr una victoria que no iba a ser fácil por su falta de rematadores en la llegada, Antón ha estado siempre en las fugas que se ha formado. Primero una con 17 unidades, luego otra con nueve que mermó hasta siete y finalmente en una de seis que murió justo al inicio de la última vuelta de las tres que cierran la prueba con las subidas a Muniketa y Autzagane.

Lucha en la montaña

En esas dos últimas ascensiones fue donde se desató el espectáculo entre hombres muy sonoros del pelotón internacional, que remató, con más incertidumbre de la que acostumbra, un espléndido Valverde.

Al final, Euskaltel no logró su objetivo, pero si consiguió terminar la carrera organizada por la SC Amorebieta con el buen sabor de boca de haber colocado a dos de sus corredores, Egoi y Mikel Astarloza, entre los cuatro primeros, y a tres -Gorka Verdugo fue noveno- entre los diez mejores.

Aldabonazo del Contrenpolis AMPO, con Herrada tercero entre ciclistas de mucho postín, nombres que han vuelto a hacer de la de Amorebieta una carrera quizás por encima del nivel Elite 1.1 que le otorga la UCI