"Además de la etapa, lo importante será ganar la general, pero es muy difícil, porque los rivales van a ser muy agresivos. A partir de mañana los demás van a atacarnos en la montaña, así que Contador y yo deberemos seguirles. Ya veremos qué pasa", explicó el corredor, nuevo líder de la carrera tras aventajar en 16 segundos a su compañero Alberto Contador.

Ambos miembros del conjunto kazajo ocupan ahora las dos primeras posiciones de la clasificación en la Vuelta castellanoleonesa, una situación inmejorable por la que Leipheimer se mostró satisfecho. "Para mí es lo mismo que gane Alberto (Contador) o yo", aseguró el ciclista de Montana, bronce en los últimos Juegos Olímpicos, favorecido hoy por las condiciones del viento. "Cambió mucho y por la tarde fue más fuerte, después de que yo acabase", reconoció.

Como ya hiciera Contador, Leipheimer tuvo palabras de ánimo para su compatriota y compañero de filas Lance Armstrong, que se rompió ayer la clavícula en una caída. "Le dedico la victoria. Ayer estuvo un poco deprimido por él, porque había sido muy bonito volver a verle en acción. Ojalá este triunfo sirva para darle ánimos", confesó el corredor de Astana. "Fue mala suerte", añadió.

La grave lesión del tejano le abre las puertas al liderazgo del equipo en el Giro, un compromiso en el que confía como preparación para el Tour de Francia. "Iré al Giro y ahora quizás sea yo el líder. Tengo ganas de ir y creo que me vendrá bien para llegar al Tour con fuerza", aseveró Leipheimer.