Alberto Contador (Astana) se mantiene líder del Giro de Italia con cuatro segundos de ventaja sobre Ricardo Riccó (Saunier Duval-Scott) y 21 sobre Danilo di Luca (LPR), después de una 19 etapa montañosa de 228 kilómetros entre Legnano y Presolana, ganada por el bielorruso Vasil Kiryienka (Tinkoff), en la que el español ha sufrido mucho con los ataques de sus rivales italianos.
La antepenúltima jornada del Giro presentaba un terreno minado con tres puertos duros que garantizaban el espectáculo. Riccó y Di Luca se olvidaron de alianzas italianas para buscar, cada uno por su cuenta, la debilidad de Contador. La jornada no decepcionó y durante unos últimos kilómetros sensacionales la 'maglia rosa' bailó de dueño entre los tres, para posarse finalmente en su portador original.
Fue Di Luca el primero en sacar el hacha de guerra, atacó a 30 kilómetros y dejo atrás al grupo de favoritos con la ayuda de su compañero de equipo Paolo Savoldelli. Con dos puestos cortos y muy exigentes por delante (Presolana y Monte Pora), el territorio perfecto para el último ganador del Giro, ya no hubo manera de alcanzar a Di Luca, que fue adelantado rivales de la escapada del día hasta llegar segundo a meta.
Parapetado tras su compañero Andreas Kloden, Contador veía con impotencia como su rival le llegaba a sacar casi los 2 minutos y 18 segundos que les separaban en la clasificación general. El líder encaró el puerto final, con una pendiente media del 8,2 por ciento, sintiendo todas las miradas sobre él: tenía que defenderse.
Contador muestra su debilidad
Kloden se apartó y Contador pegó el primer acelerón, corto y algo falto de fuerza, la revelación de que el líder marchaba muy justo. El estado de su rival no pasó desapercibido para Riccó, que lanzó un ataque durísimo a falta de cuatro kilómetros frente al que nada pudo hacer el español, si acaso mirar a su alrededor en busca de ayuda.
Para entonces, Contador ya estaba solo, e incluso el líder de la montaña Emanuele Sella (CSF) intentó algún acelerón, un ataque que acabó siendo positivo para el de Pinto. Sabedor de su precario momento y con mucha sangre fría, el español esta vez sí respondió al ataque, cogió la rueda del italiano y acabó mejor la etapa, lo suficiente como para recortar tiempo a Di Luca y amarrar el liderato.
Para entonces, Kyrienka hacia varios minutos ya que había ganado la etapa. El bielorruso fue el único superviviente de una escapada de siete corredores que llegaron a disfrutar de más de 20 minutos de ventaja.
Tras el hundimiento hoy de Gilberto Simoni (Diquigiovanni), ya solo quedan tres corredores con opciones reales de llevarse la 91 edición del Giro. Los míticos puertos de Gavia y Mortirolo marcarán mañana el último día de sufrimiento de Contador, que el domingo, contra el crono, dispondrá del terreno que más le gusta para inscribir su nombre en el palmarés de la ronda italiana.
