Contador se viste de rosa

Contador se viste de rosa

Contador se viste de rosa

Reuters

Sella ofreció una nueva exhibición y ganó su segunda etapa seguida.

Alberto Contador se erigió en nuevo líder del Giro de Italia al término de la decimoquinta etapa, con final en el alto de Marmolada, en la que el italiano Emanuele Sella (Navigare) logró en solitario su segundo triunfo consecutivo.

La etapa, de 153 kilómetros con salida en Arabba y meta en el alto de Marmolada, comprimió la general en torno a Contador en vísperas de la cronoescalada de 12,5 kilómetros que se disputará mañana. Sella cubrió la jornada en 4h53'25''.

Ahora, la general queda con Contador al frente, seguido de los italianos Ricardo Riccò, a 33 segundos, Danilo di Luca a 55 y Marzio Bruseghin a 1'18''; mientras que el último ganador de la Vuelta a España, el ruso Denis Menchov, se retrasa 1'20''.

La victoria de Sella no es ninguna sorpresa, como tampoco lo es el hecho de que el último ganador del Tour de Francia, Alberto Contador, invitado a última hora por los organizadores del Giro, se endosara de la camiseta rosa, prenda que desde el año 2002, con Juan Carlos Domínguez, no vestía ningún español.

Contador pasa así a un primer plano, pues sin estar en su mejor momento de forma, dejó claro que con las dificultades se crece y más si la carretera mira hacía arriba. No lo pasó nada bien camino de la Marmolada, pues además de los numerosos tirones de los aspirantes al podio final el tiempo no acompaño debido al frío y la lluvia y algún que otro problema con su bicicleta en el tramo final de la carrera.

El español sacó a relucir su clase y supo esconder los problemas, para presentar su carta como candidato al triunfo final, algo que sólo ha conseguido hasta el momento Miguel Indurain en las ediciones de 1992 y 1993.

Enorme Sella

Una etapa para enmarcarla, con Contador y Sella como protagonistas destacados. El italiano fue el vencedor en la primera etapa de montaña disputada ayer, con final en alto de Pampeago y hoy volvió a mostrarse muy activo desde los primeros kilómetros, igual que José Rujano y Paolo Bettini, que también lo intentaron la víspera. La etapa empezó muy nerviosa, con numerosos saltos en cabeza en busca de la escapada buena.

En el kilómetro 37 marchaba por delante, con dos minutos sobre el pelotón, un grupo de nueve que a falta de 50 kilómetros había quedado reducido a tres: Sella, Fortunato Baliani y el español Joaquim Rodríguez. Poco después se les sumaron Vincenzo Nibali y el mexicano Julio Alberto Pérez Cuapio, que en 2002 ganó la etapa de la Marmolada.

Faltando 20 kilómetros, el grupo de Alberto Contador, que ya era líder virtual por ese punto, se había acercado a 1:50 de los fugados. La "maglia" rosa, el italiano Gabriele Bosisio, marchaba a seis minutos junto con Andreas Kloden.

Sella, sin acusar el esfuerzo realizado el sábado para ganar la etapa al cabo de 180 kilómetros de escapada, atacó al pie de la Marmolada y se fue por delante a 10 kilómetros de la meta.

'La Cobra' muerde

En el grupo de favoritos nadie se movió hasta los cinco últimos kilómetros, cuando Riccardo Riccò decidió probar las fuerzas de Contador. El español respondió al italiano junto con el ruso Denis Menchov, pero Riccò lo seguía intentando, ya que veía la posibilidad de ser el nuevo rey de la carrera y con ello sacarse la espina de su mediocre actuación en la jornada anterior.

Por algunos momentos Riccò dio la sensación de que iba a lograr su objetivo, a pocos kilómetros de la meta cuando se anunciaba que su compatriota y compañero Leonardo Piepoli abandonaba como consecuencia de una caída a falta de unos 17 kilómetros para la llegada.

A medida que se acercaba la línea de meta Ricco acusaba su osadía y Contador iba recuperando ritmo, pues en varios tramos de la subida tuvo problemas para seguir la rueda de Pellizotti, Menchov, Kloden, Di Luca y Simoni. Hizo como se dice en el argot ciclista la goma y tuvo un final explosivo para lograr el objetivo que no era otro que ser el primero en la general.

Mañana se disputará la tercera jornada de alta montaña alpina, una cronoescalada de 12,9 kilómetros entre San Vigilio di Marebbe y el alto de Plan de Corones.