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NBA | NETS 115 - SIXERS 106

Los Nets se estrellan en Phila entre abucheos: “Todos quieren vernos fracasar”

El regreso de Ben Simmons a la pista del Wells Fargo Center estuvo marcada por los gritos constantes contra el base y la victoria de los Sixers sin Embiid, Harden ni Maxey.

Actualizado a
Los Nets se estrellan en Phila entre abucheos: “Todos quieren vernos fracasar”

Era uno de lo momentos más esperados de este inicio de temporada. Desde hace unos días no se paraba de hablar de ello. Ben Simmons volvía a jugar en Filadelfia. Ya estuvo el año pasado y ya recibió su ración de abucheos mientras veía una victoria fácil de los Nets desde el banquillo. Recordemos que estuvo toda la temporada pasada sin jugar. Pero hoy se vestía de corto por primera vez en su carrera en el Wells Fargo Center con otra camiseta que no era la de los Sixers. El pabellón, lleno a rebosar, le tenía ganas y se lo hizo saber siempre que pudo. Simmons no se achantó e incluso hizo el gesto de Michael Jordan de encogerse los hombros después de meter dos tiros libres. Un rato después iba a fallar dos seguidos y la grada estalló de alegría: acababan de ganar una promoción de pollo frito gratis.

Todo giraba en torno al base, que después del encuentro dijo a los medios que esperaba que le hubiesen abucheado más. Lo que quizá tampoco esperaba es que su equipo perdiese ante unos Sixers en cuadro en cuanto a estrellas se refiere. Faltaba James Harden, que lleva unos cuantos partidos ya sin jugar. Faltaba Tyrese Maxey, que va a estar unas semanas fuera. Y faltaba Joel Embiid, después de que ayer anunciaran que se iba a perder los dos próximos partidos. La ocasión la pintaban calva para que Kevin Durant, Kyrie Irving y compañía hiciesen de las suyas... Y quizá se pueda considerar que lo hicieron. Perdieron uno de esos encuentros que se te pone a priori tan de cara que no se deben, no se pueden perder.

Pero estos Nets son así. Da igual que hubiesen mejorado su imagen los últimos partidos, que Ben Simmons hubiese empezado a producir a un ritmo notable, que los escándalos protagonizados por Iving empezasen a quedar enterrados en el olvido (y a la fuerza entre unos y otros). Porque lo mismo sale Durant diciendo básicamente que está rodeado de inútiles que se estrellan ante un equipo claramente inferior. ¿O cómo se puede considerar a una plantilla en la que el quinteto titular es Shake Milton, De’Anthony Melton, P.J. Tucker, Tobis Harris y Montrezl Harrell? “Todos quierene ver a este quipo fracasar. A nadie le gusta Ben, a nadie le gusta Ky, a nadie le gusto yo”, decía con ironía a los periodistas Kevin Durant después del encuentro. Puede, solo puede, que algo hayan hecho para ganarse la enemistad de la mayoría de los aficionados de la NBA.

Tobias Harris ejerció de líder en ausencia de sus superiores (24 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias) y Paul Reed (doble-doble 19+10 desde el banquillo) se llevó el aplauso de sus compañeros, que reconocieron el papel clave que tuvo en la victoria. Un partido que supuso el cuarto consecutivo de PJ Tucker sin meter un punto jugando al menos 25 minutos (37), algo que no había ocurrido en la historia de la liga. Pero a él todavía no le ha abucheado nadie...