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REAL MADRID

Tavares y Musa, el Madrid del presente y del futuro

Por segunda vez desde que arrancara la Euroliga, un club español tiene a dos jugadores a la vez en el mejor quinteto. “Me gustaría quedarme muchos años y ganar todo lo que podamos”.

KaunasActualizado a
Tavares y Musa, el Madrid del presente y del futuro
JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

Solo una vez dos jugadores de un mismo equipo español habían coincidido en el mejor quinteto de la Euroliga, lo vimos hace nueve años, en la temporada 2013-14, la del Madrid de los récords, esos que no paró de batir hasta llegar a la final y caer en la prórroga inesperadamente frente al Maccabi de Rice y compañía. Entonces, los elegidos fueron Sergio Rodríguez (MVP de aquel curso) y Rudy Fernández. Ahora lo han repetido otros dos jugadores merengues: Dzanan Musa, de 23 años, en su primera campaña con protagonismo en la competición; y Edy Tavares, de 31, que afronta la sexta y su cuarta Final Four.

Los dos forman parte del cinco ideal junto con Lorenzo Brown (Maccabi), Vezenkov (Olympiacos) y Lessort (Partizán). Para Tavares es su tercera elección en el primer quinteto (y añade otra en el segundo), un logro enorme, porque solo dos jugadores superan esas tres menciones (desde 2000): Navarro con cinco y Diamantidis con cuatro. Con tres, como Edy, encontramos a Spanoulis, De Colo, Teodosic, Vujcic, Bodiroga, Vesely… y ya.

“Para mí es un orgullo, significa que he sido consistente”, dice Tavares, que añade: “Si aparezco ahí es por mis compañeros, porque mi juego vive mucho de ellos. Si estoy bien colocado, me ponen el balón, me lo hacen fácil”. Para Musa este aplauso individual es accesorio: “Es un gran logro en mi primer año, le doy las gracias a Chus Mateo y a mis compañeros, porque cuando salí de la NBA y luego del Efes era imposible imaginar que dos años después iba a estar en el Quinteto; pero lo importante es el título, me esfuerzo por ganar, no por los premios personales. Miro a Llull, Rudy y el Chacho y creo que ellos tienen un gen ganador, aprendo todos los días de ellos, nos presionan a los demás para que seamos mejores y me ayudan porque yo también soy un ganador y haré cualquier cosa para conseguirlo”.

Entre ambos, que promedian cada uno 24 minutos en cancha, apilan 26,1 puntos, 9,8 rebotes, 4,2 asistencias y 33,7 de valoración, referentes del Madrid presente y del de las próximas temporadas, aunque acaben contrato en junio de 2024. El equipo me ha dado confianza, pese a que cometo muchos errores. He sentido ese apoyo, el Real Madrid es un club muy, muy especial y agradezco a todos los que me han recibido como parte de esta familia. Me gustaría quedarme aquí muchos años y ayudar a ganar todo lo que podamos. Me veo mejor jugador y mejor persona que cuando llegué”, explica Musa.

Tavares: “Voy a enseñar las manos, sin un contacto de más”

Los dos son piezas clave, y más en ausencia de Deck, Yabusele y Poirier, para encarar en Kaunas a un gran Barça que parte como favorito. “Parece obvio que voy a jugar muchos minutos al no estar otros compañeros, así que estoy mentalizado. Mi objetivo es evitar los problemas de personales, no cometer faltas tontas. Voy a intentar enseñar siempre las manos, moviéndolas, aunque sin un contacto de más. Es importante ser rápido de piernas y no utilizar una fuerza excesiva, pero estar intenso y, en ataque, sí, tratar de acabar las jugadas con la mayor potencia posible”. Musa, por su parte, apunta al factor mental: “Es vital, porque una cosa es la preparación previa y otro saber entrar en el partido”.

Los dos sienten la presión, aunque no como algo paralizante. A Musa le gusta llamarlo presión positiva, porque es para conseguir algo bueno”. “Espero con ansias esta oportunidad y me muero de ganas de salir a la cancha y de competir con mi familia, con mi equipo. Tavares dice no agobiarse porque “hay mucha gente que sabe manejarse en estos momentos”. Una vieja guardia de veteranos que “tranquiliza al resto”. Quedan ya solo unas horas para un Clásico de aúpa.