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BALONCESTO

El Madrid aplaza los deberes

Este domingo comienza la Liga Endesa para los blancos, que siguen sin fichar un ‘cuatro’ y sin cerrar la última gran renovación pendiente, la de Musa.

Dzanan Musa durante el Real Madrid-Unicaja de la final de la Supercopa Endesa.
PASCU MÉNDEZDiarioAS

El Real Madrid comienza el domingo en A Coruña (18:30, Movistar Plus+) la defensa del título liguero ante el debutante en la categoría, el Leyma. Será el despegue definitivo, tras el arranque de la Supercopa, hacia una temporada en la que podrían llegar a disputar 90 partidos. Una cantidad tremenda que requiere de una plantilla larga y de garantías para lograr los objetivos del club. El mismo en todas las competiciones que dispute: quedar primero.

La derrota en la Supercopa, perdiendo la final ante un rival más rodado como el Unicaja, que venía de disputar y ganar también la Intercontinental, no ha escocido demasiado. Como dijo Ibon Navarro, “hay que contextualizar las cosas, la Supercopa es importante para el que la gana, para el resto es un torneo de pretemporada”. De los cuatro títulos en juego, este es el que menos duele perder. Pero sí dejó una evidencia. La baja inesperada de Gerschon Yabusele sigue sin cubrirse y puede ser un problema a la larga.

El fichaje de un ‘cuatro’

Los blancos tenían la plantilla cerrada a 10 de agosto, día de la final de los Juegos Olímpicos. Aquel Francia-Estados Unidos fue el tercer partido seguido en el que Yabusele era uno de los jugadores más destacados de los galos. Fueron, sin solución de continuidad, actuaciones sobresalientes ante Canadá, uno de los grandes favoritos, Alemania, actual campeón del mundo, y el Dream Team, con mate de póster sobre LeBron James incluido. Todo ello le valió para pedir públicamente una nueva oportunidad en la NBA y esta le llegó apenas una semana después, cuando firmó con los Philadelphia 76ers.

Hasta ese momento el Madrid había fichado cuatro jugadores y había dado de baja a cinco. Y, aunque había quien pensaba que algún retoque más no vendría mal, en esencia la plantilla estaba cerrada. Con la marcha de Yabusele la perspectiva cambió de manera radical. El Madrid había perdido un jugador más, uno que no esperaba perder, y además un titular recurrente los últimos dos años. Lo lógico en una situación así era pensar en que el club acudiría al mercado para cubrir esa baja. Pero, de momento, eso no ha ocurrido.

Y no será porque su entrenador, Chus Mateo, no lo haya pedido. Ya lo hace en público cada vez que tiene ocasión. La última, después de la final de la Supercopa: “Como se ha podido ver hoy, hay una exigencia física tan brutal que necesito a los jugadores para una temporada de 90 partidos. Tenemos que estar es atentos a ver cómo va rodando el equipo y ver qué necesitamos. Nuestra inquietud ahora es saber exactamente en qué necesitamos mejorar y por dónde necesitamos incorporar a alguien. Probablemente sea así durante el año. No hay prisa, hay que ver cómo funcionamos, pero es obvio que para dos competiciones de la exigencia que tienen la Liga y Euroliga es importante tener una plantilla larga”.

La renovación de Musa

En el capítulo de incorporaciones la cosa está clara. Hace falta un cuatro. Pero esa no es la única tarea pendiente que el Madrid no ha cerrado antes de comenzar la Liga. Con la salida de Yabusele, el núcleo duro del equipo, un quinteto de primerísimo nivel europeo, estaría formado por Facundo Campazzo, Dzanan Musa, Gaby Deck, Mario Hezonja y Edy Tavares. A ellos habría que sumar la veteranía del capitán Sergio Llull, auténtico referente del grupo tras las retiradas de Rudy Fernández y Sergio Rodríguez. De esos seis jugadores hay cuatro que han extendido sus contratos para años. Campazzo (2027), Deck (2028), Hezonja (2029) y Tavares (2029) aseguran una continuidad muy importante. Llull también renovó su contrato hasta el final de la presente temporada y es probable que no sea la última vez que amplíe su contrato un año.

El único frente abierto, pues, es el de Musa. El bosnio completó una magnífica segunda temporada, que culminó con el MVP de la final de la Liga Endesa. Llegó en 2022 procedente del Breogán como una de las sensaciones de la Liga (y como MVP de la misma) con un contrato de dos años que, a principios de 2024 se supo que tenía una opción automática para ampliarlo una temporada más. Por tanto, Musa acaba contrato el próximo verano.

La intención del club es que siga uno de sus puntales ofensivos. La de Musa también parecía la misma: " “El Madrid es mi sitio, estoy seguro, soy feliz. Creo que seguiré aquí muchos años”, aseguraba justo después de ganar la Liga en Murcia el pasado mes de junio. Pero el acuerdo entre club y jugador sigue sin anunciarse y el bosnio dejó unas declaraciones un tanto inquietantes en un medio de su país hace un mes: “Tenía un contrato de 2+1. La tercera temporada (la próxima, 2024-25) dependía del club y decidieron que iba a seguir. Ahora estamos hablando para renovar, pero eso no significa que no tenga otros planes. Por supuesto, está la opción de volver a la NBA, pero no es algo de lo que quiera hablar ahora. Estoy muy feliz en el Real Madrid y espero que me hagan una buena oferta para poder quedarme muchos años”.

Las renovaciones de Tavares y Hezonja llegaron sobre la bocina, así que aún es pronto para ponerse nerviosos con Musa. Pero parece evidente que el bosnio no se va a conformar con cualquier oferta. Primero porque su estatus dentro de la plantilla es el de estrella. Y segundo, porque el Madrid ha sido generoso en el caso del caboverdiano y del croata.

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