UTAH JAZZ

Rudy Gobert, Donovan Mitchell y un "o él o yo" para los Jazz

Después de perder con los Mavericks llegó el ultimátum para los Jazz. Gobert ha filtrado que, si no traspasan a su compañero Mitchell, él pedirá salir.

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Rudy Gobert y Donovan Mitchell
Chris Nicoll USA TODAY SPORTS

Uno de los equipos que puede saltar por los aires en el mercado de verano es Utah. En términos de plantilla hecha coraza, de estructura extendida en el tiempo, el conjunto de Salt Lake City es uno de los que más constante ha parecido en los últimos años bajo el liderazgo de Quin Snyder. Pero el técnico, con el interés de los Lakers como principal acicate, podría ser el primero en salir por la puerta. Entre los jugadores ha bahido noticias positivas, como la mejora del español Juancho Hernangómez en el último tramo, la explosividad de Jordan Clarkson o la reconversión de Bojan Bogdanovic. El centro del proyecto siguen siendo, al menos hasta ahora, Donovan Mitchell y Rudy Gobert o Rudy Gobert y Donovan Mitchell. Para el francés, según lo que se va sabiendo, él es el indiscutible número uno.

El periodista Sean O'Connell (Sirius XM) recogió en Twitter lo sembrado por Gobert y su entorno y explicó lo siguiente: "Está en un punto de 'él o yo' con Donovan Mitchell. Pedirá el traspaso. No cree que puedan ganar un campeonato juntos. Rudy siente que sus números son consistentes e incluso mejoran mientras que D [Mitchell] es un lastre en defensa y ha caído en términos de explosividad". Añade, en un buen trabajo de los agentes, que al menos un equipo de la Conferencia Oeste estaría dispuesto a acogerle y pagarle como cree que merece. Y eso que su contrato actual es de 205 millones por cinco campañas. El jugador no fue ajeno a esta información y, lejos de desmentir lo dicho, acudió a la misma red social y se limitó a ppublicar esta frase: "Todos los días tienen su nuevo rumor".

La derrota contra los Mavericks en la primera ronda de los Playoffs 2022, dejando escapar la oportunidad de hacer daño al rival con un Doncic tocado por una lesión muscular, ha creado el orificio definitivo entre los dos principales jugadores de la franquicia.

Siendo Gobert el paciente cero del coronavirus, y después de la imagen que dio en aquella rueda de prensa en la que hizo de menos la enfermedad antes de que la pandemia explotara en marzo de 2020, de allí viene la desconfianza y la mala relación de ambos.

A ojos de Gobert él puede ser el principal protagonista, habiendo sido Jugador Defensivo del Año en tres ocasiones y progresando en sus habilidades en los dos lados de la cancha, pero Mitchell es el que lleva el peso ofensivo de los Jazz y el que ha firmado algunos de los mejores números en años. Por ejemplo, sus 57 puntos en la burbuja de la NBA hace dos años. Donovan también ha ido con asiduidad al All-Star y es un anotador que, pese a no ser consistente, tiene peligro para cualquier contrincante. Esta temporada el escolta ha mantenido sus medias (25'9 puntos, 4'2 rebotes, 5'3 asistencias y 1'5 robos) disputando más partidos. En la eliminatoria contra los Mavs se vio, incluso, una tendencia peligroso para el caso a tratar: sus pases a Gobert alcanzaron un nuevo mínimo. No hay conexión entre los dos, pero lo que tampoco existe es la certeza de que sea Mitchell -en caso de que se confirme la ruptura- el que se marche a otro equipo.

Donovan también se ha posicionado en términos de mercado. Su agencia, CAA, ha filtrado que los Knicks están interesados en contratarle. El movimiento tiene un giro: Leon Rose, el presidente de la franquicia para aspectos deportivos, fue reclutado por New York en la misma agencia.

Pese a ser un equipo regular durante estas últimas temporadas, a los Jazz les ha faltado siempre uno o dos pasos para ser la verdadera amenaza que se pensaba que serían. Los últimos seis cursos han pasado a las eliminatorias, pero se han quedado en semifinales de conferencia o en la primera ronda. Demasiado. Un año menos, cinco, lleva Mitchell en la NBA y, por tanto, haciendo pareja con Gobert. Se han confirmado como un equipo de fase regular, con un balance de 49-33 en la última, y no de colmillo en los partidos importantes, por lo que el reto del título está más fuera que dentro de Utah. Sabor a aquel 2003 en el que la última gran pareja de Utah -y salvando mucho las distancias- se fue por caminos separados: John Stockton se retiró y Karl Malone se marchó a probar a los Lakers, donde fue un fiasco y sólo estuvo un año.