Javi Salgado sabe lo que es vivir un descenso dramático y ascender de forma maravillosa, algo que alcanzó contra León en 2004 y, 15 años más tarde, levantando en casa la bandeja de campeones de la Final a Cuatro de la LEB Oro. Vestía de corto en ambos casos. Ahora ocupa el cargo de ayudante de Mumbrú, en un mano a mano con otro Javi, el 'Chino' Rodríguez. El año pasado asistió a un milagro con la permanencia en el esprín final y en la actual campaña han remontado magistralmente un 0-5. Se han invertido los términos y llevan un 5-0.

Muchos rivales directos se empiezan a poner nerviosos, mientras el Surne permanece tranquilo. "El Obradoiro está acostumbrado a andar por abajo y tiene un entrenador que ha pasado por muchas situaciones, pero Burgos y Andorra, especialmente el Burgos, son ejemplos de nerviosismo ante una situación que no se esperaban. Ha sido campeón de la Champions y ha caído a descenso, ha tenido un cambio entrenador y jugadores, hay rumores de cortes y llegadas... No va a ocurrir como el año pasado con nosotros, que estuvimos toda la temporada abajo y al final nos salvamos", sostiene el exbase bilbaíno en Radio Bilbao. El COVID y los aplazamientos están distorsionando la competición, "si eres capaz de ir por una línea recta y mantener la confianza y el trabajo, tienes mucho ganado", considera. "El Andorra ha cesado a Ibon (Navarro) hace unos días. El Betis puede estar preparado, pero Andorra y Burgos no están diseñados para andar ahí".

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El Unicaja llega el domingo a Miribilla en plena convulsión. Salgado tiene muchos conocidos en sus filas: desde Katsikaris, que le dirigió en Bilbao, hasta excompañeros del Estudiantes como Jaime Fernández y Brizuela, otro en su etapa bilbaína como Eric (lesionado de gravedad ayer en la rodilla) y un pupilo al que conoció como técnico: Bouteille. "Me pasa con muchos equipos, que hay jugadores a los que me he enfrentado muchas veces. Sin ir más lejos, hace dos semanas con Oliver. Me habré enfrentado contra él más de veinte veces; nos saludamos. Tengo una gran amistad con Jaime (Fernández) y Darío (Brizuela), eran jóvenes cuando yo estaba en el Estudiantes. Les intentaba ayudar a mejorar cosas, creo que me tienen cariño y respeto. Da alegría coincidir con jugadores con los que has compartido vestuario", resume el eterno 14 de La Casilla y Miribilla, quien confiesa que atraviesa una etapa feliz, como todos en Bilbao: "Si el equipo está bien, yo estoy bien; cuando las victorias llegan, el ambiente en el día a día es mejor, dentro del equipo y el cuerpo técnico es más saludable".

Hakanson está completando una buena temporada. y parte de la culpa la tiene Salgado, "hace entrenamientos individuales conmigo", precisa sacando pecho en tono de broma. "Es joven, pero ha pasado etapas en ACB, tuvo que salir y ha vuelto. Es muy maduro y está muy hecho a pesar de su juventud, se encuentra con buen tacto y aportando mucho en ataque". El Bilbao Basket ha cambiado un poco su estilo de juego, con más velocidad en el juego y mayor número de finalizaciones. "Cuando defiendes mejor, tienes más robos, rebotes claros... y eso hace que metas más en ataque". Otro aspecto en el que están incidiendo es en mejorar el porcentaje en los tiros libres de Delgado, "estamos todo el cuerpo técnico en ello, tampoco vamos a marearle mucho, se medio bloquea o no es capaz de encontrar su ritmo, es más mental que otra cosa".

El Bilbao Basket empieza a obligarse a sí mismo a cambiar el objetivo, antes su rival directo era el Betis y ahora, el Unicaja, por nombrar a dos enemigos seguidos, pero el vestuario no despega los pies del suelo. "Ganar cinco jornadas seguidas en la ACB es complicado. El equipo daba señales de mejora y en el momento que nos hicimos fuertes en casa y tocamos unas teclas en ataque y en defensa, esto fluye, estamos mirando de reojo para abajo y para arriba", agrega el técnico bilbaíno.

La ilusión tiene que estar ahí, "pero nuestro objetivo prioritario es conseguir las victorias para salvarnos: tres, cuatro o cinco, las que sean, aquí lo mismo que ganas cinco seguidas pierdes otras tantas", remarca Salgado, quien agrega: "Si logramos esas victorias, miraremos hacia arriba. Lo primero es asegurar la permanencia, esto es muy duro y hasta el final hay que pelear".

Con la pandemia, cada jornada es una lotería. "Pasamos una época en Navidades en la que cada dos días pasaba algo en el equipo contrario o en el nuestro, cada día teníamos que planificar el entrenamiento. Había que planificar todos los días y adaptarse a esa situación que lo mismo que hemos pasado nosotros, la están pasando otros. Adaptarnos a eso ha podido ser una de las claves para la buena racha".

Hay más claves en esta resurrección, "el factor Inglis es bastante determinante, te da bastantes posibilidades en ataque y defensa". La mejora de Withey considera Javi que ha sido evidente. "Al principio de temporada pensábamos que podía controlar la pintura y en los últimos partidos lo ha conseguido y ha dominado esa pintura para que nuestra defensa esté cerrada y nos metan menos puntos". Y luego, claro, el hecho de conseguir victorias "te refuerza moralmente". "Es un cúmulo de cosas que se juntan y conforman un puzle que no está haciendo crecer".