La gran actuación del pívot lituano Laurynas Birutis (26 puntos, 37 de valoración), especialmente en el primer tiempo, guio al Monbus Obradoiro a una cómoda victoria frente al Rio Breogán (100-83), al que frenó con un juego coral y una agresiva defensiva que le permitió alcanzar una renta de 20 puntos en el tercer cuarto (65-45).

Esta derrota retrasa el pase matemático del Breogán a la Copa de Granada. Solo se quedaría fuera si el Tenerife y el Granca, con dos duelos por jugar aún y una y dos victorias por detrás, respectivamente, le dan caza en la tabla. En caso de empate a 9 victorias, deberán superar el ­basket-average gallego (+47). Los primeros tienen un +14 y los segundos, un -37.

Tuvo un amago de reacción el conjunto lucense para entrar con vida en el último cuarto, pero Thomas Scrubb, con una canasta desde medio campo sobre la bocina, cortó el parcial 0-10 que había encajado su equipo (76-61).

Breogán acusó en exceso el mal partido de dos de sus estrellas: el bosnio Dzanan Musa, demasiado acelerado, y el esloveno Rasid Mahalbasic, desesperado por el dominio de Birutic en la pintura.

El primer cuarto del derbi fue un festival de canastas. Birutis y Robertson lideraban al Obradoiro, mientras que en su rival, con Musa desaparecido, se repartían los puntos Bell-Haynes, Lukovic y Sergi Quintela.

El intercambio de canastas mantuvo la igualdad hasta que en el segundo cuarto el Obradoiro subió su nivel defensivo. Al Breogán, pese a que Musa dio señales de vida, le costó un mundo encestar, y su rival no perdonó. Poco a poco fue aumentando su ventaja, que en el arranque del tercer cuarto ya era de 18 puntos (60-42).

No encontraba la forma el equipo visitante de frenar el ataque santiagués, y la renta siguió creciendo hasta que cinco puntos seguidos de Musa obligaron a Moncho Fernández a pedir tiempo muerto, sobre todo para evitar que sus jugadores se relajaran (73-56, min.39).

El Breogán siguió apretando y llegó a ponerse a 12 después de un parcial 0-10, pero un espectacular triple de Scrubb desde media pista oxigenó al Obradoiro, que dominó el último cuarto con la vuelta a pista de Birutis. Musa, acelerado, se precipitaba una y otra vez, y Mahalbasic siguió muy fallón. Sólo Bell-Haynes evitó que la ventaja santiaguesa fuese mucho mayor.