El 10 de febrero se cierra el mercado de fichajes de la NBA. Los equipos hacen llamadas, valoran sus opciones y los medios se llenan de rumores y opciones viables de traspaso. Mientras, el mercado se mueve: los Hawks, un equipo en medio de una crisis descomunal ha enviado a Cam Reddish a los Knicks. La operación, adelantada por Adrian Wojnarowski, incluye camino de Nueva York a Solomon Hill y una segunda ronda (de 2025). A cambio, los Hawks se llevan a Kevin Knox y la primera ronda protegida de 2022 que los Knicks correspondiente a Charlotte Hornets.

El movimiento es sorprendente por lo rápido que se ha producido. Estaba claro que Atlanta buscaba una salida para Reddish, un joven escolta (22 años) que estaba en el mercado porque la franquicia de Georgia no veía nada claro ofrecerle una extensión de contrato el próximo verano. Reddish fue número 10 en el draft de 2019, el mismo en el que los Hawks se llevaron con el número 4 a De’Andre Hunter. Reddish es el pick de los Mavs que los Hawks se habían llevado como premio extra en el intercambio Luka Doncic-Trae Young.

En la presente temporada, Reddish ha mostrado progreso como anotador, especialmente como tirador. En defensa tiene potencial para ser importante, aunque tiene lagunas en fundamentos colectivos y brilla más, todavía, solo como defensor en uno contra uno. Para los Knicks es una buena apuesta, un jugador al que pueden dar un rol importante y por el que no han dado demasiado a cambio. Una primera protegida y a Kevin Knox, un desastre para la franquicia desde que fue elegido cómo número 9 en 2018. Es otro equipo en problemas. Uno que la temporada pasada enderezó el rumbo sobre la marcha con la llegada de Derrick Rose. Ahora quiere repetir, esta vez con un jugador con mucho futuro… y que empezaba a necesitar un cambio de aires. Los Hawks piensan en dar un golpe importante en el mercado invernal y para ello unen a su arsenal la primera ronda que reciben esta operación.

El traspaso tiene una arista, una que entra en el terreno de la rumorología pero algo de lo que inevitablemente se va a hablar: los Knicks tienen (además, en un gran momento de forma) al número 3 de 2019, RJ Barrett. Y ahora se hacen con el 10, Cam Reddish. Reddish y Barrett jugaban juntos en una versión ultra mediática de Duke en la que estaba también Zion Williamson, número 1 del primer draft en el que tres compañeros de equipo fueron elegido en el top 10 del mismo draft. A Zion, que sigue sin jugar esta temporada y cuya relación con los Pelicans está en un momento muy delicado, siempre se le ha vinculado con esos Knicks que soñaban con él en aquel draft en el que acabaron con el número 3. Así que algunos ahora quieren ver en este movimiento un puente hacia la reunión de aquel big three de Duke. Por soñar que no quede…