DETROIT PISTONS

Detroit Pistons, el laboratorio en el que experimentar con Bol Bol

Movimiento menor en el mercado de la NBA pero con aspiraciones de futuro. Los Pistons se llevan a Bol Bol para intentar sacarle provecho.

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Bol Bol
Jerome Miron USA TODAY SPORTS

Los Pistons se mueven de cara al futuro. El mercado de la NBA se va calentando de cara al siempre explosivo cierre del periodo de traspasos y entre ellos y los Nuggets se ha dado un movimiento menor pero que no pasa desapercibido. Ambos han hecho un intercambio que llevará a Bol Bol a Detroit, con Rodney McGruder y una segunda ronda del Draft 2022 que se marchan a Denver. Es un trueque, adelantado por Adrian Wojnarowski (ESPN), que le va bien a las dos partes.

Los Nuggets ganan a un base-escolta que puede defender con habilidad, McGruder, que les vendrá muy bien en lo que regresa Jamal Murray y enderezan el rumbo en la Conferencia Oeste de cara a los playoffs. Los Pistons se quedan con un jugador joven, Bol, que tiene mucho potencial y que no tenía las oportunidades suficientes en el otro equipo mencionado. 

Los Nuggets son premiados, además, con un pick para la próxima elección de jóvenes talentos que podrán utilizar allí o meterla en otro intercambio más adelante si se quiere mejorar todavía más la plantilla, algo que no es descartable con el irregular papel del presente curso. 

Bol es, sin duda, el nombre propio. Un jugador que mide 2,18 metros, con una envergadura de 2,34 metros, y que juega por fuera. Está entre el escolta y el alero. Su especialidad es el tiro de tres puntos, no con la poca asiduidad con la que lanzaba su padre. Es hijo de Manute Bol, el carismático pívot de los Bullets, los Warriors o los 76ers, entre otros equipos. Una fractura por estrés en un pie mientras jugaba para los Ducks en la NCAA le hizo bajar muchos puestos en el Draft 2019 y, como ya lo hicieran con otro lesionado de larga duración como Michael Porter, la que se arriesgó a escogerle fue Denver. Ha destacado mínimamente en algún partido de pretemporada o teniendo minutos de poca relevancia, promediando 2,4 puntos y 1,4 rebotes (aunque con un buen 37% de acierto en los triples), pero tiene sólo 22 años y el potencial sigue latente. 

Los Pistons son un contenedor de jugadores jóvenes con el que jugar para ver cuáles salen mejor y con quiénes quedarse para los próximos. Han vuelto a tirar otro año en términos de pelea por entrar en los ocho primeros puestos del Este, ya que llevan sólo 8 victorias en 38 encuentros, y la prioridad es desarrollar a los más inexpertos para hacerlos buenos jugadores. Cade Cunningham es la joya de la corona, están funcionando Saddiq Bey, Isaiah Stewart, Saben Lee, Frank Jackson o Hamidou Diallo, queda ver dónde quedan Josh Jackson y Luka Garza y si se le da una última oportunidad a Killan Hayes. El tren pasa rápido (lo comprobó Sekou Doumbouya, que pasó de ser promesa al paro) y es posible que no espere tampoco a Jerami Grant, campeón olímpico el año pasado y buena moneda de cambio en el mercado para conseguir otras herramientas de cara al futuro. De todo ese embrollo tendrá que salir Bol con su calidad por bandera.