NBA | MAVERICKS 99 - WARRIORS 82

Doncic y Curry dan sustos en la fiesta mayor de Dallas a Nowitzki

Dos lesiones empañaron el espectáculo entre Mavericks y Warriors en la noche en la que la camiseta de Dirk Nowitzki quedó retirada.

0

El Mavericks-Warriors no fue lo que se esperaba. Era la noche en la que Dallas homenajearía a Dirk Nowitzki colgando su camiseta con el 41 en el reverso y la atención se centraba en ello, pero la pinta que tenía el partido en sí era muy buena y se tradujo en poco menos que mala. Dos equipos destinados a atacar como los que más, que han dejado grandes récords ofensivos en los últimos años, se vieron encerrados en su propio sino para terminar el encuentro por debajo de lo prometido. Fue fiesta grande en el American Airlines Center para honrar a un gigante alemán que estuvo dos décadas en el equipo y que lo elevó al cielo en 2011, el año del único título hasta ahora, lo que pasó fue que ese espectáculo tan merecido superó lo que antes (la ceremonia fue posterior al partido) ocurrió sobre el parqué con el balón en juego. 99-82, con los Warriors contagiados de un Steph horrible, finalizó la contienda. No es por ser cenizo o darle a estas líneas otra pátina de negatividad, pero además los dos equipos acabaron con sus estrellas renqueantes: Doncic (26+7+8 con seis pérdidas) se volvió a dañar el tobillo derecho que ya se ha lesionado esta temporada y terminó el partido sin poder regresar a la pista; Curry (5/14 en tiros de campo) recibió un golpe fuerte en el cuádriceps y su entrenador asegura que podría descansar para el siguiente partido. Factura alta para un encuentro que, sin embargo, será más recordado por el gozo de Nowitzki y su afición que por el juego desplegado. "Dallas era el sitio donde tenía que estar", dijo Dirk en una de las anécdotas que contó durante su discurso, y es así y de la misma manera lo siente Doncic, como admitió ante los periodistas. La fiesta, también moderada por un Jason Kidd que le ofreció, tocando la actualidad con un chiste, un contrato de diez días al genio de 2,13, terminó con Cuban revelando una estatua con la figura del tiro clásico de Nowitzki y con Nowitzki dedicando unas palabras a su descubridor en Alemania, el también ex-jugador Holger Geschwindner, que resumen bien el sacrificio de un deportista y la gratitud de saber a quién te pone el destino en el camino: "Sé que no te gustan los focos y eres modesto, pero esto es para ti de la misma forma que lo es para mí"

La primera canasta de Curry llegó cuando faltaban poco más de dos minutos para el descanso. Esto explica en qué situación se encuentra, porque no es sólo de hoy estos fallos sino desde los partidos siguientes al del Madison donde batió el récord de triples de Allen. Erró hasta un tiro particularmente fácil, sin oposición a dos metros del aro. Esos primeros puntos en juego se dieron cuando los Warriors estaban en mitad de la primera crisis del partido. Los Mavs navegaron la igualdad del primer cuarto y, tras ello, dieron un primer tirón en el segundo periodo en el despertar de Hardaway y con uno de los únicos dos triples que encestaría Doncic. Al irse los dos equipos a los vestuarios la distancia ya era de once tantos. 

Los visitantes empezaron mejor, con Doncic teniendo que igualar con su otro triple los aciertos de Curry o Payton. Tanto fue así que se comieron toda la diferencia y sacaron una nueva, esta vez a su favor, de hasta siete puntos. Se quedaron dormidos unos minutos los Mavericks y tuvieron suerte de que se despertaron rápido. El retrato de Dorian, clave con dos triples que impulsaron a los locales, fue exponer a los Warriors a su realidad: iba a ser su peor partido de la temporada cuando terminara. Esa respuesta de Dallas en el tercer cuarto aniquiló al contrincante, que no se levantó de la lona y ya piensa en cómo arreglar esta mala imagen.