Los Pelicans han conectado y cogen carrerilla. Cómo no hacerlo después de verse desahuciados en el fondo de la clasificación. Para ello han cogido las dos o tres cosas que les estaban dando resultado y las han maximizado. El mejor ejemplo es Jonas Valanciunas, como un concepto, y los triples de Jonas Valanciunas, como otro. A los que les ha tocado sufrirlo es a los Clippers, que no ganan para triplistas que les amarguen la existencia en su propio hogar. El pívot lituano se está paseando esta campaña y haciéndolo con una revolución en su juego, pero no tanto como para desarmar a un buen equipo como el contrario de este lunes por la noche mediante un 7/8 en la larga distancia y un 39+15 entre puntos y rebotes. Sólo James Harden y Vince Carter habían hecho eso alguna vez. Jonas es un siete pies y empezó a lanzar de tres con cierta regularidad hace tres años, por si no se quiere ver el mérito. Los Clippers se encontraron con otra cruz después de la que les puso Curry unas horas antes y tiene todo el sentido: Valanciunas iguala al susodicho como únicos en hacer 35+10 con siete triples en un partido de la presente temporada. Casi nada. 

Quién sabe si por el impulso que han agarrado en las últimas jornadas los Pelicans o por el golpe del partido del domingo para los Clippers, pero el primer parcial se acabó con un contundente 22-37 y de ahí no se movieron mucho los guarismos. Esos triples de Valanciunas en la primera mitad, rompiendo la cabeza de un Zubac que ya no sabía hacia dónde tenía que acercar la mano para evitar los tiros de su rival, hicieron ya algo seria la actuación del interior de Utena. Acabó 104-123 este partido, un pequeño paso adelante que se suma a los anteriores. Son tres victorias en cuatro días de juego y falta que regrese Zion Williamson, circunstancia en la que habrá que ver dónde o cómo se encaja a este desatado Valanciunas. Los dos conjuntos estuvieron en un 51% en los tiros de campo, pero hubo más hambre de un lado que de otro para generar más oportunidades y, con ese acierto, más canastas. 

A pesar de que Valanciunas tenga una técnica de tiro que parezca una catapulta del Medievo, los triples le están entrando. Los Pels no están consiguiendo mucho botín, pero es absolutamente innegable que no es porque este hombre no esté apretando todo lo que puede. A los números mencionados anteriormente se debe añadir el total: con su mejor anotación de su carrera, 18'5 puntos por encuentro, está promediando 46% de tres. Ante los Clippers tuvo el apoyo de, al fin, un Ingram (27) totalmente integrado y también acertado. El pívot suplente, Willy Hernangómez, tuvo un partido más discreto que en los últimos días (9 puntos y 6 rebotes) pero todavía dentro de la rotación que propone Green.