Los Pelicans encuentran una pequeña sonrisa entre tanta pesadumbre. Ganar en Utah no es fácil, pero debe dar un plus de satisfacción hacerlo con un triple como el que metió Devonte' Graham para asegurar este partido. Es sólo la quinta victoria, pero sabe especialmente bien. El cuadro de Willie Green, que es un entrenador debutante y está teniendo un comienzo de carrera un tanto abrupto, opta a las últimas posiciones si nada cambia de manera drástica, pero está en el camino correcto aun teniendo fuera por lesión a Zion Williamson. La megaestrella está de vuelta para los entrenamientos en grupo y eso puede dar un impulso total. 

A Graham se sumó, entre otros, un acertado Willy Hernangómez. En un día en el que casi todos sufrieron para anotar con regularidad el español se marcó un 6/9 en tiros, acumulando 13 puntos en 19 minutos y acompañándolo con 8 puntos y 5 asistencias. El cambio es notable desde que le dejan jugar algo. El +/- en pista fue liderado por el de Las Rozas en el equipo visitante (+10). Estos visos de progreso no sólo individual sino colectivamente le han hecho ganarse la gratitud de los que siguen con más intensidad la actualidad del equipo, uno de los que menos afición arrastra en EE.UU. y de los que, por tanto, más necesita unidad en su pensamiento si es positivo. Will Guillory, uno de los cronistas más leídos, destaca que "ha sido una suma tremenda para la rotación". Antonio Daniels, ahora trabajando como comentarista en una televisión, asegura que "ha estado fantástico desde que ha entrado en la rotación". Y así es. Ya sólo por detrás del titular Valanciunas y ganándose cada minuto en la pista. 

Los Jazz lo tenían hecho a falta de medio minuto. Ganaban por cuatro tras dos acciones de Mitchell, una de Conley y a pesar de que Gobert errara uno de sus dos lanzamientos libres. El francés hizo falta a Ingram, que apretó el resultado, Utah no acertó en ataque y dejó a Graham que ejecutara un tiro de tres desde la parte derecha, después de que Ingram le cediera el turno, y con un defensor encima para que pusiera la locura en el Vivint Arena a un segundo de terminar. En ese tiempo dio para que Gobert hiciera una falta en ataque, los Jazz la robaran en el saque de banda y Bogdanovic acabara tirando desde su campo para ver si sonaba la flauta. 

Se abrió la veda con más acierto por parte de los Jazz. En el primer cuarto abrieron una pequeña brecha, cerrada al terminar el mismo. Fue un segundo tirón, algo más fuerte y basado en la insistencia de Clarkson, el que dejó a los locales por encima de los diez puntos. Era crítico ese momento y también lo salvaron los Pelicans. La segunda mitad fue mucho más apretada, sólo con pequeñas ventajas. Los de Green se asociaron mejor al notar que los porcentajes de todos eran malos, intentando llegar a la canasta con más facilidad, y entre ello y la defensa, en aumento al ver que había posibilidad de pelear por ganar, se hizo el resto.