Draymond Green aguantó 21 minutos en pista. El jugador de los Warriors, en otra victoria de su equipo, sufrió un fuerte hematoma en el muslo, aunque el propio Steve Kerr aseguró que, en principio, esto no debería afectar a la rodilla. Fue la única mala noticia de otra noche dulce del equipo de San Francisco, el primero que llega a las 10 victorias esta temporada. Nadie les tose, solo han perdido, y con lógica, un duelo (ante los Grizzlies y por 3 puntos), tienen una sincronía y una labor grupal ecuánime y recuerdan a esos tiempos pasados que fueron mejores, cuando no había coronavirus, la dinastía se formaba para conquistar tres anillos en cinco Finales y el juego cambiaba por obra y gracia de ese MVP de la temporada (por partida doble) llamado Stephen Curry.

En esta ocasión, no fue el base la estrella. Su compañero Andrew Wiggins se fue a 35 enormérrimos puntos para contrarrestar una exhibición extraordinaria en el otro bando, unos Wolves que están muy bien para ser los Wolves: 48 puntos para Anthony Edwards, que da pasos agigantados hacia el estrellato y ha realizado una actuación memorable. El alero ha finalizado con 16 de 27 en tiros de campo, 7 de 13 en triples y 9 de 12 en tiros libres, con 5 rebotes y 5 asistencias, además de 2 robos. Su par, el ya mencionado Wiggins, también hizo un buen papel en el lanzamiento: 14 de 19, 3 de 6 y 4 de 4. Y claro, los Warriors ganaron. Que, en última instancia, es lo que cuenta.

Es la sexta victoria consecutiva del equipo de Steve Kerr, que también contó con los 25 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias de Stephen Curry, que contrarrestó el cuestionable partido de Towns: 17+12, pero con demasiado abuso del triple y un 6 de 19 en tiros de campo, con tan solo un tiro de dos anotado. Los Wolves, tras un inicio muy bueno, chocan con la realidad y suman su sexta derrota consecutiva para irse a un 3-7 que hace no muchos días era un 3-2. Buen juego y partidos que se escapan por no muchos puntos, mejores sensaciones que otros años y un grandísimo papel de sus estrellas. Pero, al final, los resultados son los mismos por mucho que todo lo que les rodea haya cambiado. Lo que parece no haber cambiado es el mundo desde 2015. Al fin y al cabo, entonces los Warriors causaban estragos. Y ahora, claro, también.

MEMPHIS GRIZZLIES 108 - 118 CHARLOTTE HORNETS

Importante victoria de los Hornets en la pista de los emergente Grizzlies, ese equipo rocoso que se ha convertido en uno de los más difíciles de batir este curso. Gordon Haywaard se fue a 25 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias, mientras que LaMelo tanteó con el triple-doble (12+9+8). Eso sí, el héroe fue Kelly Oubre Jr., que desde el banquillo anotó 37 espectaculares puntos con una serie de tiro extraordinaria: 13 de 17, con 7 de 9 en triples y 4 de 4 en tiros libres. Los Grizzlies se quedaron sin respuestas a pesar del increíble encuentro de Ja Morant, que se fue a 32 tantos (y 7 rebotes, 8 asistencias, 3 robos...) y cedieron al verse superados en el último cuarto por un rival superior, unos Hornets que se fueron a 37 tantos en los últimos 12 minutos y estuvieron más acertados cuando más se necesitaba. Victoria de mucho valor en una pista muy complicada para los Hornets.

SAN ANTONIO SPURS 136 - 117 SACRAMENTO KINGS

Tras una dolorosa derrota ante los ignominiosos Thunder, los Spurs se reencuentran con la victoria y se dan un festín en Sacramento. Los Kings, por su parte, pierden uno de esos partidos que puedes perder pero no deber perder si eres los Kings, y se quedan con un récord de 5-7, solo una victoria por encima de sus hoy rivales, un dato irónico en un inicio de temporada en el que da la sensación de que han hecho más. El equipo del eterno Gregg Popovich anotó un espectacular 18 de 32 en triples, un 56,3% que marcó literalmente el partido. Y contó cada parcial por exhibición ofensiva: 4, 7, 33 y 32 puntos, yendo todo el duelo por delante. 26+6+7 para Murray, 18 para Eubanks, 17 para McDermott, 17 para Young, 15 para Walker, Vassell y Forbes... Un poco de todo, para todos, en un equipo que tuvo de todo. Y solo una respuesta, la de De'Aron Fox: 37 puntos para él. El resto, de poco a nada. Y Luke Walton, otra vez en problemas. Para variar.

DENVER NUGGETS 101 - 98 INDIANA PACERS

Facundo Campazzo volvió a la rotación, pero solo contó con 7 minutos en pista. Fue la decisión de Mike Malone, que está apartando paulatinamente (o eso parece) al argentino de la rotación sin que todavía haya regresado (y lo que queda) Jamal Murray. Malas noticias, pues, para el ex del Madrid. Will Barton emergió con 30 puntos y 6 rebotes a falta de Nikola Jokic, sancionado tras su afrentoso empujón a Markieff Morris (y toda la trifulca que se originó, en pista y en redes sociales, después). Y buen papel para el joven Zeke Nnaji, que llegó a los 19 tantos. Los Pacers, en su lado, dan la sensación constante de que están siempre ahí, pero no consiguen tener una racha lo suficientemente fiable para que se cuente con ellos para algo más. O, al menos, para algo. 20+19 para Domantas Sabonis (con 9 de 14 en tiros de campo) y 25 puntos para Brogdon. Pero mucho de todo, poco de nada y nueva derrota.

PHOENIX SUNS 119 - 109 PORTLAND TRAIL BLAZERS

Unos tanto y otros tan poco. Los Suns suman su sexta victoria consecutiva y se ponen con un récord de 7-3, que hace unas semanas era de 1-3. Y los Blazers (5-7), eternamente cuestionados, lo siguen estando tras su enésima derrota, que les aleja un poco más todavía de las sensaciones que ya deberían tener y que no han llegado a pesar del cambio de entrenador y el repetitivo compromiso jurado que Damian Lillard profesa a la franquicia de su vida. El base se ha ido a 28 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias ante los Suns, que jugaron con McGee de titular en lugar de Ayton, en el banquillo todo el choque sin ningún parte médico en su haber. En la franquicia de Arizona, todo el quinteto titular tuvo dobles dígitos. Y a la fiesta se unió un suplente: Frank Kaminsky. 31 puntos, 12 de 18 en tiros de campo y líder anotador. Casi nada.