Shaquille O'Neal y LeBron James compartieron equipo en los Cavaliers. Nunca coincidieron generacionalmente y el alero llegó a la Liga cuando el pívot era una estrella que empezaba a perder luz. Pero dio tiempo a que se enfrentaran como rivales y a que coincidieran durante una temporada en el mismo equipo, en la 2009-10. Fue el último curso baloncestístico de LeBron en su primera etapa en Ohio antes de tomar esa polémica de The Decission que le llevó a Florida para convertirse en el jugador más odiado del planera, ganar dos anillos, disputar cuatro Finales consecutivas y volver a casa para ganar el anillo prometido, reconciliarse con la opinión pública y cerrar el círculo en los Lakers otro campeonato y una historia de la que la narrativa que siempre maneja la NBA ha vivido durante más de una década. Y de la que lo sigue haciendo.

La temporada no fue particularmente buena para esos Cavs. Empezó con eso que dijo Shaq de "vengo a traer un anillo para el Rey", pero la cosa no salió así. El pívot llegaba de cuajar su última gran temporada a nivel estadístico con los Suns, lejos de los números de superhombre de antaño, pero con 17,8 puntos y más de 8 rebotes por partido que le auparon al All Star (MVP junto a Kobe Bryant y reconciliación) y al Mejor Tercer Quinteto de la temporada. Sin embargo, el sistema del entrenador Mike Brown, monopilizado por LeBron, le impidió seguir recibiendo balonces al poste, su mejor baza en ataque, mientras que su peso aumentaba y su movilidad disminuía. Se quedó 12 puntos y 6 rebotes por duelo y algunos hablaron de una mala relación con LeBron. "No le voy a decir el truco", dejó caer Kobe, refiriéndose a cómo tratar al pívot.

Aun así, 62-20, mejor récord de la Conferencia Este por segundo año consecutivo y segundo también por encima de las 60 victorias (66 el año anterior). De nada sirvió: los Celtics, curtidos en mil batallas, acabaron con LeBron en 6 partidos a pesar de la ventaja inicial (2-1) del equipo de Ohio. Una serie espectacular de Rajon Rondo, que se fue a 29 puntos, 18 rebotes y 13 asistencias en el sexto encuentro, sentenció la eliminatoria y LeBron se fue por el túnel de vestuarios del Boston Garden con el comentarista Mike Breen pronosticando que ese sería su último partido con la camiseta de los Cavaliers. Y no lo fue. Pero eso pareció cuando el alero puso rumbo a Florida para inicial una historia que ya sabemos cómo ha acabado. Si es que ha acabado.

Shaq, que previamente había anunciado su retirada, continuó un año más con los Celtics, pero su físico y las lesiones le impidieron que disputara muchos minutos. Boston fue eliminado por los Heat de, vaya, LeBron. Y aunque la convivencia entre ambos en los Cavs no fue del todo buena, Shaq se ha rendido hoy al Rey diciendo que es el mejor de todos los tiempos por delante incluso de Michael Jordan. Y lo han justificado: "Lleva cuatro anillos y va a ser el máximo anotador de la historia", ha asegurado la leyenda en declaraciones recogidas por Lakers Daily. "Es el mejor de siempre, no hay duda posible", ha sentenciado, alimentando ese debate constante del que la NBA también vive. Y es que parece que LeBron está en posición de, al menos, alimentar la discusión y justificar su existencia. El resto, claro, ya lo veremos.