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BALONCESTO

Historias del Hall of Fame: del rechazo de Bill Russell al meme de Michael Jordan

El Hall of Fame, un lugar que nació en homenaje a James Naismith, acoge a las grandes leyendas de la historia del baloncesto desde 1959.

Actualizado a
El Naismith Memorial Baskeball Hall Of Fame nació en 1959, en un terreno minúsculo muy cerca del recinto de lo que había sido la YMCA International Training School, el lugar en el que el canadiense Jame Naismith inventó el baloncesto, en el estado de Massachusetts en 1891. A partir de ahí, creció hasta convertirse en el gran lugar de estudio y celebración del baloncesto. Situado en el 1000 Hall of Fame Avenue, es ahora un lugar destinado a recopilar la historia y la cultura de un deporte que ha elevado ya a más de 400 de sus figuras a la categoría de hall of famers: seleccionados para formar parte de la historia.
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Un homenaje al inventor

El Naismith Memorial Baskeball Hall Of Fame nació en 1959, en un terreno minúsculo muy cerca del recinto de lo que había sido la YMCA International Training School, el lugar en el que el canadiense Jame Naismith inventó el baloncesto, en el estado de Massachusetts en 1891. A partir de ahí, creció hasta convertirse en el gran lugar de estudio y celebración del baloncesto. Situado en el 1000 Hall of Fame Avenue, es ahora un lugar destinado a recopilar la historia y la cultura de un deporte que ha elevado ya a más de 400 de sus figuras a la categoría de hall of famers: seleccionados para formar parte de la historia.

FOTO:BettmannBettmann Archive
Naismith, profesor de educación físico, creó el baloncesto como forma de tener activos a sus alumnos cuando apretaba el invierno y la actividad exterior quedaba prácticamente vetada. Colgó dos cestas de melocotones de los extremos de un gimnasio e hizo equipos de nueve jugadores. Lo que siguió al primer pitido fue, según él, “una matanza”. Las reglas estaban por llegar. En 1936, en Berlín y 45 años después, el baloncesto fue olímpico por primera vez. Naismith pudo ver la final en directo y cumplir así un sueño (su Canadá perdió 19-8 con Estados Unidos) gracias al dinero que recolectó al primera Asociación de Entrenadores. La misma que planificó un lugar de recuerdo y homenaje que, con el parón obligado por la Segunda Guerra Mundial, acabó siendo el actual Hall of Fame.
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El gran sueño del pionero

Naismith, profesor de educación físico, creó el baloncesto como forma de tener activos a sus alumnos cuando apretaba el invierno y la actividad exterior quedaba prácticamente vetada. Colgó dos cestas de melocotones de los extremos de un gimnasio e hizo equipos de nueve jugadores. Lo que siguió al primer pitido fue, según él, “una matanza”. Las reglas estaban por llegar. En 1936, en Berlín y 45 años después, el baloncesto fue olímpico por primera vez. Naismith pudo ver la final en directo y cumplir así un sueño (su Canadá perdió 19-8 con Estados Unidos) gracias al dinero que recolectó al primera Asociación de Entrenadores. La misma que planificó un lugar de recuerdo y homenaje que, con el parón obligado por la Segunda Guerra Mundial, acabó siendo el actual Hall of Fame.

FOTO:John GreimLightRocket via Getty Images
Cuando nació en 1959, el Hall of Fame no tenía una sede en condiciones, y así fue hasta 1968. El primer edificio abrió el 17 de febrero. Llegaban buenos tiempos: el 20 de enero la Universidad de Houston de Elvin Hayes ganó a la UCLA de Lew Alcindor (luego Kareem Abdul-Jabbar) en el primer partido del siglo: 50.000 personas en las gradas, TV en directo por primera en un partido de fase regular. Tres días después, el 20 de enero, la NBA celebró un All Star Game en el Madison Square Garden en el que se reunió una generación de jugadores que ya eran grandes figuras: Bill Russell, Wilt Chamberlain, Elgin Baylor, Jerry Lucas, Willis Reed, Oscar Robertson, John Havlicek… El baloncesto despegaba y en Springfield iba a tener su epicentro.
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De la mano de las primeras estrellas

Cuando nació en 1959, el Hall of Fame no tenía una sede en condiciones, y así fue hasta 1968. El primer edificio abrió el 17 de febrero. Llegaban buenos tiempos: el 20 de enero la Universidad de Houston de Elvin Hayes ganó a la UCLA de Lew Alcindor (luego Kareem Abdul-Jabbar) en el primer partido del siglo: 50.000 personas en las gradas, TV en directo por primera en un partido de fase regular. Tres días después, el 20 de enero, la NBA celebró un All Star Game en el Madison Square Garden en el que se reunió una generación de jugadores que ya eran grandes figuras: Bill Russell, Wilt Chamberlain, Elgin Baylor, Jerry Lucas, Willis Reed, Oscar Robertson, John Havlicek… El baloncesto despegaba y en Springfield iba a tener su epicentro.

FOTO:Newsday LLCNewsday RM via Getty Images
El traslado de 1985, el inicio de una nueva era, abrió por fin también la puerta a las mujeres. Las primeras fueron Senda Berenson Abbott, la organizadora del primer partido femenino de la historia (22 de marzo de 1893) y Bertha F. Teague, legendaria entrenadora que ganó ocho títulos con Oklahoma State. La primera jugadora llegó en 1993: Ann Meyers, la primera que recibió una beca deportiva universitaria total en UCLA, la primera (hombre o mujer) elegida All American cuatro temporadas seguidas y la primera que probó suerte en un equipo NBA (Indiana Pacers). También fue la primera drafteada por la Women's Basketball League.
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La necesaria irrupción de la mujer

El traslado de 1985, el inicio de una nueva era, abrió por fin también la puerta a las mujeres. Las primeras fueron Senda Berenson Abbott, la organizadora del primer partido femenino de la historia (22 de marzo de 1893) y Bertha F. Teague, legendaria entrenadora que ganó ocho títulos con Oklahoma State. La primera jugadora llegó en 1993: Ann Meyers, la primera que recibió una beca deportiva universitaria total en UCLA, la primera (hombre o mujer) elegida All American cuatro temporadas seguidas y la primera que probó suerte en un equipo NBA (Indiana Pacers). También fue la primera drafteada por la Women's Basketball League.

FOTO:BettmannBettmann Archive
630.000 visitantes, aficionados al baloncesto en peregrinación, reclamaban un lugar mejor. Y este llegó, con una inversión de 11 millones de dólares, en 1985. Unas instalaciones futuristas junto al río Connecticut, arquitectura moderna y un lugar para la información y el ocio. Eran los tiempos en los que arreciaba la era Magic Johnson-Larry Bird y se caldeaba la eclosión de Michael Jordan. La atracción favorita de los aficionados era la Spalding Shootout, que les permitía lanzar tiros a canasta sobre una plataforma en movimiento. En 2002, llegó la mudanza definitiva, por ahora: edificio de 47 millones un poquito más al sur, con 7.400 metros cuadrados, una lujosa tienda de regalos, exposiciones interactivas, salones para actos y eventos y una pista a tamaño real en la que se puede jugar. Ese curso de 2002, el de la inauguración, introdujo en el Hall of Fame a Magic Johnson, Drazen Petrovic, los Harlem Globetrotters…
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Un paso por los maravillosos ochenta

630.000 visitantes, aficionados al baloncesto en peregrinación, reclamaban un lugar mejor. Y este llegó, con una inversión de 11 millones de dólares, en 1985. Unas instalaciones futuristas junto al río Connecticut, arquitectura moderna y un lugar para la información y el ocio. Eran los tiempos en los que arreciaba la era Magic Johnson-Larry Bird y se caldeaba la eclosión de Michael Jordan. La atracción favorita de los aficionados era la Spalding Shootout, que les permitía lanzar tiros a canasta sobre una plataforma en movimiento. En 2002, llegó la mudanza definitiva, por ahora: edificio de 47 millones un poquito más al sur, con 7.400 metros cuadrados, una lujosa tienda de regalos, exposiciones interactivas, salones para actos y eventos y una pista a tamaño real en la que se puede jugar. Ese curso de 2002, el de la inauguración, introdujo en el Hall of Fame a Magic Johnson, Drazen Petrovic, los Harlem Globetrotters…

FOTO:Focus On SportGetty Images
El señor de los anillos. Bill Russell, once veces campeón de la NBA y una leyenda gigantesca que, además, peleó por los derechos de los afroamericanos en un tiempo muy difícil y una ciudad complicada: Boston. En 2011, Barack Obama le entregó la Medalla Presidencial del Honor. Enfrentado a los medios y los estamentos de la Liga, se ha reconciliado plenamente con los años con la NBA y con los Celtics, sus Celtics. Pero en 1975 rechazó su ingreso en el Hall of Fame, que aceptó después en una ceremonia privada en 2019. Entre otras cosas, aseguró que otros jugadores afroamericanos tienen que ir antes que él. Ahora, en 2021, ha sido elegido también como entrenador. Fue el primero afroamericano al frente de un banquillo NBA cuando sustituyó a Red Auerbach en 1966. Como entrenador/jugador de los verdes ganó sus dos últimos títulos, en 1968 y 1969.
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Bill Russell, 44 años después y doblete

El señor de los anillos. Bill Russell, once veces campeón de la NBA y una leyenda gigantesca que, además, peleó por los derechos de los afroamericanos en un tiempo muy difícil y una ciudad complicada: Boston. En 2011, Barack Obama le entregó la Medalla Presidencial del Honor. Enfrentado a los medios y los estamentos de la Liga, se ha reconciliado plenamente con los años con la NBA y con los Celtics, sus Celtics. Pero en 1975 rechazó su ingreso en el Hall of Fame, que aceptó después en una ceremonia privada en 2019. Entre otras cosas, aseguró que otros jugadores afroamericanos tienen que ir antes que él. Ahora, en 2021, ha sido elegido también como entrenador. Fue el primero afroamericano al frente de un banquillo NBA cuando sustituyó a Red Auerbach en 1966. Como entrenador/jugador de los verdes ganó sus dos últimos títulos, en 1968 y 1969.

FOTO:BettmannBettmann Archive
Esos jugadores afroamericanos a los que se refería Bill Russell fueron los pioneros, los primeros que hicieron caer el muro de la barrera de color en una NBA totalmente blanca en sus primeros años. Fueron tres, en 1950: Chuck Cooper fue el primero drafteado por una franquicia, los Celtics presididos por Walter Brown y dirigidos por Red Auerbach (fue número 13, lo que entonces era segunda ronda). Casi paralelo, en ese 1950, Nate ‘Sweetwater’ Clifton fue el primer afroamericano que firmó un contrato profesional (fue con New York Knicks). Y finalmente, Earl Lloyd fue el primero que saltó a jugar en una pista NBA. Los tres están en el Hall of Fame. Lloyd desde 2003, Clifton desde 2014 y Cooper desde 2019.
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La caída de la gran barrera de color

Esos jugadores afroamericanos a los que se refería Bill Russell fueron los pioneros, los primeros que hicieron caer el muro de la barrera de color en una NBA totalmente blanca en sus primeros años. Fueron tres, en 1950: Chuck Cooper fue el primero drafteado por una franquicia, los Celtics presididos por Walter Brown y dirigidos por Red Auerbach (fue número 13, lo que entonces era segunda ronda). Casi paralelo, en ese 1950, Nate ‘Sweetwater’ Clifton fue el primer afroamericano que firmó un contrato profesional (fue con New York Knicks). Y finalmente, Earl Lloyd fue el primero que saltó a jugar en una pista NBA. Los tres están en el Hall of Fame. Lloyd desde 2003, Clifton desde 2014 y Cooper desde 2019.

FOTO:BettmannBettmann Archive
Hay franquicias que no tiene nueve jugadores en el Hall of Fame. Los míticos Celtics tienen nueve... solo en la plantilla de una temporada, la 1962-63. Los verdes, que ganaron el título tras derrotar en seis partidos a los Lakers, estaban en el mejor momento de la dinastía más legendaria de la historia del deporte estadounidense. Venían de cuatro anillos seguidos (y cinco en seis años), y todavía ganarían otros tres seguidos y cinco en seis años más, hasta 1969. Esos nueve eran: Bill Russell, Tom Heinsohn, Clyde Lovellette, John Havlicek, Frank Ramsey, Satch Sanders, Sam Jones, KC Jones y Bob Cousy.
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El equipo de los nueve miembros

Hay franquicias que no tiene nueve jugadores en el Hall of Fame. Los míticos Celtics tienen nueve... solo en la plantilla de una temporada, la 1962-63. Los verdes, que ganaron el título tras derrotar en seis partidos a los Lakers, estaban en el mejor momento de la dinastía más legendaria de la historia del deporte estadounidense. Venían de cuatro anillos seguidos (y cinco en seis años), y todavía ganarían otros tres seguidos y cinco en seis años más, hasta 1969. Esos nueve eran: Bill Russell, Tom Heinsohn, Clyde Lovellette, John Havlicek, Frank Ramsey, Satch Sanders, Sam Jones, KC Jones y Bob Cousy.

FOTO:BettmannBettmann Archive
El mejor jugador de todos los tiempos está en el Hall of Fame, claro. Michael Jordan ingresó en el Hall of Fame en 2009, y lo hizo con un discurso recordadísimo, que no dejó indiferente a nadie. Y en el que rompió a llorar y dejó una imagen que ha sido desde entonces meme en las rede sociales, el Crying Jordan. Fiel a su estilo caustico, Jordan aprovechó la ocasión para dejar unos cuantos recados, desde compañeros que le quitaron el sitio en el instituto a Bryon Russell, el alero de los Jazz ante el que anotó una de sus más legendarias canastas, la que sentenció la Final de 1998. También tuvo palabras entrañables para Scottie Pippen (“en los vídeos de todos mis anillos nunca estoy solo, siempre sale él”) o el técnico Tex Winter. En mayo, Jordan dejó otro para el recuerdo, cuando presentó a Vannessa, la esposa de Kobe Bryant que dio un discurso extraordinario en nombre de su legendario marido.
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Michael Jordan: del meme a Kobe Bryant

El mejor jugador de todos los tiempos está en el Hall of Fame, claro. Michael Jordan ingresó en el Hall of Fame en 2009, y lo hizo con un discurso recordadísimo, que no dejó indiferente a nadie. Y en el que rompió a llorar y dejó una imagen que ha sido desde entonces meme en las rede sociales, el Crying Jordan. Fiel a su estilo caustico, Jordan aprovechó la ocasión para dejar unos cuantos recados, desde compañeros que le quitaron el sitio en el instituto a Bryon Russell, el alero de los Jazz ante el que anotó una de sus más legendarias canastas, la que sentenció la Final de 1998. También tuvo palabras entrañables para Scottie Pippen (“en los vídeos de todos mis anillos nunca estoy solo, siempre sale él”) o el técnico Tex Winter. En mayo, Jordan dejó otro para el recuerdo, cuando presentó a Vannessa, la esposa de Kobe Bryant que dio un discurso extraordinario en nombre de su legendario marido.

FOTO:Maddie MeyerGetty Images
Es obvio que la inmensa mayoría de los más de 400 miembros que ya tiene el Hall of Fame reciben la bendición unánime del gran público. Pero hay excepciones, y crítica a un sistema de elección que algunos consideran oscurantista. Hay que pasar el filtro de varios comités antes de acabar en manos de Comité de Honor. Este tiene 24 miembros y 18 tienen que dar el visto a una candidatura para que se certifique el ingreso. Las críticas han ido de quienes creían que se daba demasiado impulso a los entrenadores de la NCAA al debate sobre jugadores polémicos, del carácter complicado de Dennis Rodman, y sus excentricidades fuera de las pistas, al caso espinoso de Calvin Murphy. El base entró en 1993 y llegó a ser all star una vez (1979) a pesar de su 1,75. Pero sus méritos, pese a ser un histórico de Houston Rockets, no van mucho más allá. Y para colmo arrastraba una situación compleja. Tiene 14 hijos de 9 mujeres y fue denunciado por abusar sexualmente de cinco de sus hijas, aunque finalmente no fue condenado.
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No todas las elecciones se reciben igual

Es obvio que la inmensa mayoría de los más de 400 miembros que ya tiene el Hall of Fame reciben la bendición unánime del gran público. Pero hay excepciones, y crítica a un sistema de elección que algunos consideran oscurantista. Hay que pasar el filtro de varios comités antes de acabar en manos de Comité de Honor. Este tiene 24 miembros y 18 tienen que dar el visto a una candidatura para que se certifique el ingreso. Las críticas han ido de quienes creían que se daba demasiado impulso a los entrenadores de la NCAA al debate sobre jugadores polémicos, del carácter complicado de Dennis Rodman, y sus excentricidades fuera de las pistas, al caso espinoso de Calvin Murphy. El base entró en 1993 y llegó a ser all star una vez (1979) a pesar de su 1,75. Pero sus méritos, pese a ser un histórico de Houston Rockets, no van mucho más allá. Y para colmo arrastraba una situación compleja. Tiene 14 hijos de 9 mujeres y fue denunciado por abusar sexualmente de cinco de sus hijas, aunque finalmente no fue condenado.

FOTO:Focus On SportGetty Images
Después de más de 400 ingresos, en 2021 fue elegido para formar parte del Hall of Fame el primer jugador de la NBA que no fue drafteado por ninguna franquicia. Ben Wallace, la roca de los Pistons campeones en 2004, no fue seleccionado en 1996, y tuvo que hacer camino desde la nada. Por su estatura (poco más de dos metros) sus entrenadores solían alejarlo de la zona, donde acabó convirtiéndose en un bulldozer para unos Pistons tremendos (Rasheed Wallace, Chauncey Billups, Rip Hamilton…). Además del anillo de campeón fue cuatro veces Defensor del Año y otras cuatro all star. Un mérito extraordinario.
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El primer no drafteado de la historia

Después de más de 400 ingresos, en 2021 fue elegido para formar parte del Hall of Fame el primer jugador de la NBA que no fue drafteado por ninguna franquicia. Ben Wallace, la roca de los Pistons campeones en 2004, no fue seleccionado en 1996, y tuvo que hacer camino desde la nada. Por su estatura (poco más de dos metros) sus entrenadores solían alejarlo de la zona, donde acabó convirtiéndose en un bulldozer para unos Pistons tremendos (Rasheed Wallace, Chauncey Billups, Rip Hamilton…). Además del anillo de campeón fue cuatro veces Defensor del Año y otras cuatro all star. Un mérito extraordinario.

FOTO:Ezra ShawGetty Images
Hay dos entrenadores españoles que están en el Hall of Fame de Springfield: Antonio Díaz-Miguel fue el primero y Pedro Ferrándiz el segundo. De Díaz-Miguel se reconoce su condición de “pionero de la promoción del baloncesto en el mundo” y su trabajo al frente de la selección entre 1965 y 1992. Ingresó en 1997, diez años antes que un Pedro Ferrándiz que también está en el Hall of Fame de FIBA y acaba de formar parte de la primera generación del de la FEB. Otro entrenador legendario, Lolo Sainz, lleva años entre los nominados, pero todavía no se ha consumado su entrada. Luego vendrá, casi de manera inevitable, un Pau Gasol que acaba de retirarse: tienen que pasar cuatro desde el adiós oficial a las pistas para que un exjugador pueda formar parte del Hall of Fame.
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Dos representantes españoles... por ahora

Hay dos entrenadores españoles que están en el Hall of Fame de Springfield: Antonio Díaz-Miguel fue el primero y Pedro Ferrándiz el segundo. De Díaz-Miguel se reconoce su condición de “pionero de la promoción del baloncesto en el mundo” y su trabajo al frente de la selección entre 1965 y 1992. Ingresó en 1997, diez años antes que un Pedro Ferrándiz que también está en el Hall of Fame de FIBA y acaba de formar parte de la primera generación del de la FEB. Otro entrenador legendario, Lolo Sainz, lleva años entre los nominados, pero todavía no se ha consumado su entrada. Luego vendrá, casi de manera inevitable, un Pau Gasol que acaba de retirarse: tienen que pasar cuatro desde el adiós oficial a las pistas para que un exjugador pueda formar parte del Hall of Fame.

FOTO:Ezra ShawGetty Images