Thomas Heurtel es uno de los protagonistas del trasvase que se ha producido este verano entre Madrid y Barça, Barça y Madrid. Adam Hanga y él han llegado al equipo de la capital española mientras que Nico Laprovittola ha hecho el camino contrario. Su salida ha sido la peor de todas y no se ha producido este verano sino en invierno, cuando ya dejó cerrado el acuerdo con el Real para esta temporada.

El base francés, experimentado en la Liga Endesa, no ha querido hablar mucho sobre el famoso episodio del aeropuerto de Estambul en el que explotó toda su situación dentro del Barça. El club le dejó fuera de la expedición de vuelta tras jugar allí contra el Efes porque se dio cuenta de que estaba negociando su desvinculación con el Madrid y no con un equipo turco, como sus representantes habían transmitido, por lo que tal engaño se tradujo en un abandono poco elegante en terreno extranjero y todavía con la pandemia de coronavirus para nada controlada. 

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Sobre lo que pasó en el Barcelona ha hablado poco hasta ahora, pero recientemente lo ha hecho con Faustino Sáez en El País. "Lo pasé mal sobre todo por la preocupación de mi familia. Fueron momentos difíciles. El Barça no me respetó. Llevaba varios años allí como para recibir ese trato. Pero hay que transformar todo lo malo en positivo. Ahora, tras superarlo, estoy en el lugar perfecto", relata. 

Heurtel ha comenzado de manera espectacular su etapa en el Real Madrid a sus 32 años: SuperCopa Endesa ante su ex-equipo y nacimiento de un bebé en las mismas fechas. Doble premio. 

"Jamás esperábamos tener que vivir una situación así, pero el final ha sido perfecto. Es lo mejor que nos podía pasar. Para cualquier profesional es un sueño estar en un club como el Madrid. Fueron meses muy duros para mí y para mi familia", asegura sobre la espera entre salida y entrada, en la que se fue al ASVEL para no perder el tono físico de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio. "La conexión con Jasikevicius y Laso, bases, ayuda bastante. La diferencia es que uno no me quería y Pablo si me quiere. Por eso lo mejor para mí es que esté aquí trabajando con él. Desde que llegué, tanto el club como el entrenador me hicieron sentir que estoy en un sitio en el que sí me quieren. Eso es fundamental", apunta al recordar que el preparador lituano del Barça le apartó de los partidos por no verle encaje en sus esquemas.