La salida de Marc Gasol de los Lakers, efectiva tras un traspaso de derechos a sus amados Grizzlies, sigue levantando polvareda. También en Los Ángeles aunque la primera de sus dos temporadas allí firmadas no respondiera al estatus del jugador, que se da por hecho que estará algún día en el Salón de la Fama de Naismith por sus logros internacionales y en la NBA. Los campeones en 2020, con una nueva vuelta de tuerca tras la adquisición de Russell Westbrook entre la pasada temporada y la próxima, intentan volver a lo más alto, lugar que Marc saboreó en 2019 con los Raptors. Pese a que su contrato era poco lucrativo y bien acorde a un nivel de veterano con mucha sapiencia que no iba a ser protagonista principal, final abrupto. Y el entorno de los Lakers sigue sin atar todos los cabos en una decisión impulsada por el propio Marc, según las informaciones de este y el otro lado del charco. 

A lo hablado sobre la precipitación de los acontecimientos con el fichaje de DeAndre Jordan, que Kyle Goon relacionaba más con una sensación de falta de interés en Marc percibida por los Lakers para ir a por otro jugador que le sustituyera, se unen más cábalas. Otro de los periodistas que sigue de cerca al equipo, Bill Oram, echa la vista más hacia atrás para reconstruir los hechos fielmente y saca a la palestra el nombre de Andre Drummond, que ya ni está en la plantilla lagunera. 

"Esto es una consecuencia de aquello. Prometerle a Drummond el puesto de titular de Gasol y degradarlo a ser la tercera opción creó una pugna que pudo ser resuelta en buenos términos a pesar de que Marc actuó de manera correcta públicamente en la inmediatez de los hechos y este verano mientras estaba en Tokio. No sólo la firma de Drummond les hizo peor en la pista, es que envenenó la relación de un jugador con el equipo al que podría haber ayudado bien según la plantilla que han construido", apunta el de The Athletic. Drummond estaba en los Pistons y era uno de esos agentes libres por los que, sabiendo que iban a cortarle el contrato de buenas maneras en Detroit, quiere todo el mundo, por lo que los Lakers se abalanzaron sobre él y para ello le ofrecieron casi explícitamente una promesa: ser titular por decreto. No es que Marc tuviera que ser la opción, también estaba Montrezl Harrell como pívot y Anthony Davis si pasaba a ese puesto, pero los ratios con Drummond fueron desastrosos y en la primera ronda de eliminatorias se hizo patente que no estaba hecho para el puesto, coronando la derrota contra los Suns con cero minutos disputados en el último encuentro. Una declaración de intenciones de Vogel admitiendo sin decirlo que se había equivocado en esta gestión. Marc, que pasó el coronavirus y quedó tocado mientras se planteaba esta incorporación, quedó con un rol muy reducido. Las formas más que otra cosa mataron al barcelonés, que se quedó con la matrícula y, pese a que el nuevo año pintaba diferente y él había dado su palabra tras los Juegos, no ha vuelto. "A lo mejor esto es una lección de que no siempre debes apostar a lo nuevo y reluciente. Marc Gasol es un grande que abre espacios en pista al que se podría haber usado en alineaciones con Russell Westbrook. 'De veras que nos podría haber ayudado', asegura una fuente interna", añaden desde The Athletic. Y, efectivamente, a un base de calidad pero muy bravío y con lagunas para tomar las decisiones correctas como es Westbrook le viene genial un jugador alto que le marque pautas y con el que aprovechar explosividad y lanzamiento a partes iguales. 

Drummond, ahora en los Sixers, parece haber arrastrado -sin culpa, se entiende- también a Gasol fuera del equipo. Quién sabe aún si también fuera de la NBA. La situación sigue chocando al ver que la confección que se ha hecho este verano se ha basado en veteranos y que Jordan, que venia de los Nets, también es uno de ellos. Los angelinos, bien es cierto, ahorran algo de dinero con el movimiento permitido por los Grizzlies, que es un cierre poético a la carrera estadounidense de Marc si es un final porque así, con los mismos actores, empezó su andadura.