El Barça ya ha solventado la salida de la única pieza que faltaba por colocar en la reagrupación que se esperaba para la próxima temporada, en la que el equipo catalán buscará superar un listón que ya ha puesto alto en la primera tentativa del proyecto de Jasikevicius. Léo Westermann no continúa pese a que su contrato albergaba una opción para la 2021/22. El base, que se había quedado sin sitio con el fichaje de Nico Laprovittola, se marcha al Mónaco, con el que seguirá disputando la Euroliga al obtener los del Principado una de las plazas no asignadas por licencia en la máxima competición europea. 

El armador era del gusto de Saras, que le había tenido en el Zalgiris, pero no ha conectado de la misma manera en el Barça y en los últimos partidos ni contó con él pese a los problemas físicos de Calathes. Procedía del Fenerbahçe, de donde salió para cubrir en invierno la polémica baja de Thomas Heurtel (ahora, en el Madrid), y regresa ahora a la liga de su país. 

Westermann tiene ahora mismo 29 años. Esta campaña ha promediado poco con los culés, 3'2 puntos y 2'3 asistencias en 20 partidos de la Liga Endesa.

El griego y el argentino cubrirán los dos puestos principales de la dirección de juego. Se cuenta con Rokas Jokubaitis para el combo entre base y escolta, pero esperando que una oferta de la NBA no le maree para hacer las maletas a Estados Unidos si sale elegido en el draft de esta noche. La otra ficha que falta por cubrir es la del alero después de otras dos desvinculaciones en esa posición, las de Adam Hanga (Madrid) y Víctor Claver (Valencia).