Una cura de humildad y un -18 con Gasol

El Madrid bajó de la nube al Barça y le dio una cura de humildad de manual. En baloncesto, como en cualquier deporte, lo más importante son los valores, y al Barça una Copa del Rey le ha parecido suficiente para olvidar durante 39 minutos todas las cosas que le han traído hasta aquí. Incluso para permitirse lujos como alinear a Gasol como titular después de dos años sin jugar en un partido en el que estaba en juego el primer puesto de la Liga Endesa. El resultado fue un -18 del Barça en los nueve minutos con Pau en cancha, pero no es su culpa. Si Jasikevicius quiere que se le siga respetando tanto como en sus primeros meses de trabajo, no deberá hacer distingos. Y lo de Gasol, por más que hablemos de un jugador legendario, lo pareció. La gestión de su puesta a punto, en pleno tramo decisivo de temporada en Euroliga y ACB, va a poner a prueba el pulso del entrenador lituano, que hasta ahora había estado impecable y había convertido en oro todo lo que había tocado.

Honores al Madrid, que sobrevivió en el Palau, con Tavares eliminado, a un último minuto salvaje del Barça, con Higgins y Mirotic liderando la carga. Rudy demostró que sigue teniendo el libro del baloncesto; Laprovittola hizo la canasta decisiva y, a falta del fugado Deck, Garuba le puso raza y Laso volvió a hacer magia con la alineación de un crío, Vukcevic. El triunfo es autoestima y gasolina para el Madrid, al que el Barça había comido la moral en los últimos meses. Y mete a Jasikevicius al rincón de pensar. Si empieza a salirse del carril y hacer más favores que cosas que le pida el cuerpo, el Barça puede tirar a la basura una planificación fabulosa. Está avisado.