REAL MADRID

Deck se va a la NBA con una oferta mareante: 4 millones hasta junio

La franquicia pondrá además unos 630.000 euros para ayudar al pago de la cláusula, que ronda los dos millones. Después de la temporada, tendrá la opción de firmar otros tres años.

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Gabriel Deck, y así se lo ha comunicado ya al club, no va a jugar más con el Real Madrid. Ni siquiera el siguiente partido, el Clásico del Palau Blaugrana contra el Barcelona. El alero argentino, que cumplió 26 años en febrero, deja el equipo blanco después de más de dos temporadas en Madrid. Su salida se precipitó en los últimos días, pero fue un proceso largo, que se coció a fuego lento por su desencuentro con el club a la hora de afrontar su renovación, en el que también influyó la pandemia, y por la gran oferta que finalmente puso sobre la mesa Oklahoma CIty Thunder.

Deck, que ha jugado a un gran nivel en los últimos y decisivos partidos de la fase regular de la Euroliga, firmó en junio de 2018 por tres temporadas, y tenía uno de los salarios más bajos de la plantilla: no rebasaba los 500.000 euros anuales aunque la entidad hizo una apuesta inicial fuerte por él cuando pagó la cláusula para permitir su salida de San Lorenzo de Almagro.

El año pasado, Deck ya barajó la opción NBA, toda vez que no llegó a ningún acuerdo para alargar un contrato que el Real Madrid habría renovado automáticamente al final de la presente temporada con la misma cláusula de rescisión: casi dos millones de euros. Ambas partes negociaron, antes de la pandemia, la renovación. Hubo acuerdo inicial en cuanto al montante de la ficha del jugador aunque no en lo referente a la cláusula de salida, que el club blanco quería elevar y Deck prefería mantener como estaba. Luego, en verano, el Real Madrid acometió la llegada de Alberto Abalde, por el que pagó 1,5 millones de euros, su cláusula de salida del Valencia.

Ahora, el adiós se aceleró porque la oferta de Oklahoma City Thunder estaba sobre la mesa y era para este momento, sin la certeza de que siguiera en pie después de la temporada. Y era una grandísima propuesta: 4 millones de dólares solo por este tramo final de campaña NBA (los playoffs, en los que no estarán los Thunder, arrancan el 22 de mayo) y una opción de tres años más y otros casi 12 millones en total por parte de la franquicia, que pondrá además un extra de unos 630.000 euros para el pago de la cláusula. Es decir, Deck acabará la temporada regular (finaliza el 16 de mayo) con los Thunder, que luego tendrán la opción unilateral de firmar un nuevo contrato por otras tres campañas y casi 12 millones de dólares.

Los Thunder podían realizar una oferta así porque, además, necesitaban cuadrar sus cuentas de cara al final de temporada. En la NBA hay un tope salarial (salary cap) que establece el máximo que una franquicia puede gastar en salarios de jugadores durante una temporada (ahora mismo fijado en algo más de 109 millones de dólares). Un dato igual para los 30 equipos y una forma de propiciar el equilibrio competitivo. Pero también hay un suelo salarial (salary floor), la cantidad mínima que hay que invertir en esos salarios. Y ahora mismo, y antes de firmar a Deck, los de Oklahoma están precisamente unos 4 millones por debajo de ese suelo, que es el 90% del tope.

El argentino pagará íntegro y al contado el importe de su cláusula de rescisión. Los Thunder habían hecho una oferta inicial de unos dos millones de dólares por lo que resta de temporada en la NBA. El Real se planteó igualarla, pero esta fue después casi doblada por la última y definitiva propuesta de la franquicia estadounidense, un equipo en reconstrucción y con muchos jugadores jóvenes (y no estadounidenses) en el que  Deck no tendrá (por ahora) grandes aspiraciones deportivas, pero sí minutos para demostrar, ese es su nuevo objetivo, que puede ganarse un hueco en la mejor Liga del mundo del mismo modo que se convirtió en un jugador importante en el Real Madrid. Cuando acabe el curso, dentro de poco más de un mes, podrá preparar a conciencia los Juegos Olímpicos y, todo, sin la necesidad de disputar las Ligas de Verano, banco de pruebas obligado para muchos jugadores antes de su debut NBA.