NBA

Lakers y Nets, enfrentados en el mercado: Drummond, Porter...

El día 25 de marzo se cierra el mercado de la NBA y los equipos buscan hacer sus últimos refuerzos. Los buyouts serán claves: Otto Porter, Andre Drummond...

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Andre Drummond, durante un partido de la NBA con Cleveland Cavaliers.
Michael Reaves AFP

El cierre del mercado NBA se acerca y Lakers y Nets son los principales interesados en reforzar sus plantillas. Tendrán hasta el día 25 de marzo para hacerlo, cuando expirará el plazo y los equipos serán definitivos para encarar la recta final de la temporada y mirar hacia unos playoffs que ya no parecen tan lejanos (empiezan el 22 de mayo) y que prometen ser mejores que una temporada marcada, otra vez, por la pandemia del coronavirus. Los Lakers, inmersos en un pequeño bache en cuanto a juego y número de victorias que intentarán paliar después del All Star, quieren completar su plantilla con un hombre interior y un alero que pueda lanzar desde fuera y defender. En la Gran Manzana, los Nets se quedaron secos cuando ficharon a James Harden y formaron su big three de ensueño, y han ido, desde entonces, fichando a jugadores por poco dinero para fortalecer las posiciones que tienen más débiles. Su última llegada, ya se sabe, ha sido la de Blake Griffin.

Tal y como está el tema, con ambos equipos pagando ambos salarios a sus estrellas, el buyout será clave. Recordemos que este término corresponde a la separación entre franquicia y jugador, mediante un pacto llevado a cabo entre ambas partes en el que el baloncestista renuncia a una parte de su salario (que varía en cada caso, en el de Griffin con los Pistons fue de 13 millones) y pasa así a ser agente libre sin restricciones. En este caso, el jugador en cuestión puede firmar hasta el final de temporada por el mínimo de veterano, siempre prorrateado dependiendo del número de días que le queden al curso. El contrato por el mínimo no entra en el salary cap, por lo que una vez dentro de él, el equipo no tiene que preocuparse por superar el límite salarial impuesto por la NBA. En otras palabras: este tipo de maniobras son extremadamente útiles para equipos que pagan una gran cantidad de dinero en salarios y optan al anillo.

Ahora mismo, hay varias opciones de buyout en la Liga. La última fue la de Blake Griffin, pero otras como la de Andre Drummond, apartado de la dinámica de los Cavaliers, también han sonado fuertemente. Otra opción es JaVale McGee, también en Ohio, o Otto Porter Jr., que quiere salir de los Bulls. Y está Trevor Ariza, que ni siquiera ha debutado (alegando "motivos personales") con la plantilla de los Thunder, tiene 35 años y cuajó una buena última temporada el año pasado en Portland. A los Lakers les interesan, a priori, todos ellos, aunque dan más importancia a cubrir el puesto de alero que el de pívot, algo para lo que tienen más opciones más allá de Drummond o McGee, en especial con un DeMarcus Cousins cortado por los Rockets y que ha sonado para regresar a las filas angelinas, por las que pasó el año pasado sin debutar. En el puesto de alero la cosa se complica: Porter sería esencial, defiende y está en un 40% en triples esta temporada, pero los Nets pujarán fuerte por un hombre que les puede venir bien para reforzar su defensa y su segunda línea.

Una batalla entre mercados grandes

De aquí al 25 de marzo podemos vivir pues, una batalla encarnizada entre Los Angeles y Nueva York, los dos mercados más grandes de la historia de la NBA. En el primero los Lakers lo monopolizaban todo hasta que llegaron los Clippers. En el segundo, el equipo original eran los Knicks hasta que, en 2012, llegaron sus vecinos procedentes de Nueva Jersey. De una forma u otra, primero se tienen que hacer oficiales los buyouts de Drummond y de Porter, sobre todo del segundo. El pívot, todavía de los Cavs, está en plenas negociaciones para salir de un equipo que le apartó recientemente antes de un partido ante los Warriors para enfado de Draymond Green, que habló después, legítimamente, de una falta de respeto al jugador. Pero Porter toavía no ha llegado a ese punto y es de esperar que los Bulls intenten un traspaso y ganar algo con su salida que cortarle y quedarse solo con una porción de su contrato, por mucho que este año se vaya a embolsar 28 millones de dólares.

Con Drummond, ambos equipos conseguirían a un jugador que no cuadra por 30 millones al año (28 esta temporada), pero que por el mínimo es extremadamente útil. Extraordinario reboteador (promedia 13,8 en su carrera) siempre ha tenido números de videojuego que no ha sabido trasladar al juego de sus equipos, pero por menos dinero y un rol centrado en atrapar balones y recibir el último pase, puede ser perfecto. De Porter ya hemos hablado, McGee es de sobra conocido en la Liga y ha ganado con Warriors y Lakers, mientras que Ariza salió victorioso con los angelinos del anillo de 2009. A priori, Porter es el más atractivo del lote (por edad, ausencia de lesiones, fiabilidad en el lanzamiento exterior, defensa...), pero cualquiera puede cuadrar. En cuanto a Cousins, ahora sin equipo, no ha sonado para los Nets, más interesados en el resto de los posibles buyouts. Eso sí, tendrán que esperar a, sobre todo, si Porter saldrá o no de Chicago. Ahí estará la clave.

Más del mercado

No sólo los buyouts estarán presentes de aquí al 25 de marzo. Bobby Marks ha hecho un recopilamiento en la ESPN de lo que necesita cada equipo y los posibles movimientos que pueden hacer de aquí al deadline. Lo más interesante será ver si, finalmente, Nikola Vucevic sale de los Magic. El pívot, que ha disputado el último All Star, promedia 24,6 puntos y 11,6 rebotes en una de las mejores temporadas a nivel individual de su carrera. Sin embargo, los Magic van 13-23, están estancados y buscan una reconstrucción eternamente postergada. Vucevic cobrará 26, 24 y 22 millones en esta y las dos siguientes temporadas, por lo que podrían sacar algo con él, conseguir una buena selección del draft y liberar espacio salarial de cara al futuro. De momento, es la pieza más atractiva del mercado y los Celtics han sonado como posibles pretendientes. Danny Ainge tendrá, eso sí, que soltar algo grande para hacerse con el pívot. Y en el pasado ya ha demostrado que no está demasiado dispuesto a hacerlo. Veremos.