James Wiseman tiene solo 19 años. Número 2 del último draft, llegó a la NBA en una situación ideal (los Warriors de cultura impecable y permanentes aspiraciones altas) pero también con extra de presión. No llegaba a un equipo donde iba a ser eje de una reconstrucción ni el ojito derecho de todos. No, tenía que subirse al carro de un grupo liderado por dos jugadores ya legendarios, Draymond Green y sobre todo Stephen Curry, que pretenden exprimir sus opciones competitivas, incluso tras el golpe que supuso quedarse, otra vez, sin Klay Thompson.

Así que Wiseman, un tremendo pívot de 2,13 con un potencial casi infinito pero muy verde, ha sufrido en este inicio de curso, cuando las cosas propias de un novato han perjudicado a la primera unidad de unos Warriors que no funcionaban hasta que no probaban otras combinaciones. Total, que Steve Kerr movió ficha y sacó a Wiseman del quinteto inicial para meter a Kevon Looney, el duro e inteligente defensor que, además, se sabe de memoria los mecanismos de un equipo que empieza en Curry y acaba en Green. Y los Warriors han ganado dos partidos con esa nueva primera unidad, claro que ha sido en ambos casos ante unos Timberwolves pésimos, que siguen sin Karl-Anthony Towns (seis partidos fuera desde que anunció su positivo por COVID) y D’Angelo Russell, que se ha perdido los tres últimos por lesión. Tampoco pudo jugar Jarrett Culver, y los Wolves pasaron del -22 del primer duelo (130-108) a un decoroso -12 (123-111). Y estuvieron en el partido hasta el tercer cuarto, cuando los Warriors convirtieron un 67-60 en un 92-67 en menos de siete minutos.

Wiseman jugó su mejor partido: 25 puntos, 6 rebotes, un par de tapones y un 9/14 en tiros con un brillante y prometedor 3/3 en triples. Mejor en defensa y lanzando en ataque por Draymond Green (8 asistencias), empeñado (con éxito) en conectar al rookie, que dejó un par de jugadas de póster. Curry pasó de los 36 puntos del primer duelo a solo 16 con un 4/11 en triples. Pero los Warriors no necesitaron más de él. Percutió por fuera Lee (17 puntos, 4/5 en triples), una pieza cada vez más valiosa en la rotación, y jugaron bien Oubre (20 puntos y 9 rebotes pese a problemas de faltas) y Wiggins, que anotó 19 puntos a su exequipo.

Los Wolves, al menos, jugaron un buen primer tiempo compitieron hasta entrado el tercer cuarto, cuando los Warriors se escaparon. Y, al menos, el número 1 del draft, Anthony Edwards, brilló: 25 puntos y 4 rebotes en su mejor partido de la temporada, el mejor además en minutos importantes y no en tramos ya de la basura. Algo a lo que agarrarse al menos en un equipo que está 4-13, machacado por las bajas y en el que Ricky Rubio (5 puntos, 5 asistencias, 2/7 en triples) no encuentra forma de dirigir, ordenar ni entonarse. Los Warriors están 10-8, sextos del Oeste antes de un interesantísimo duelo con los Suns (8-8).

PHOENIX SUNS 97-OKC THUNDER 102

Porque los Suns están en un bache: 8-8 con cuatro derrotas en cinco partidos y tres seguidas. Una desgracia, primero los dos duelos con tres prórrogas contra los Nuggets (perdieron ambos y se lesionó Devin Booker) y finalmente un patinazo serio ante los Thunder, otra vez un equipo que gana mucho más de lo que debería (8-9 ahora). En un partido extraño, los Suns tiraron una ventaja de 17 puntos en la primera parte y los Thunder una de 13 en la segunda. Cuando el marcador se apretó y el peso específico de los Suns tendría que haber decidido, se impusieron los visitantes con su tenacidad defensiva y un triple clave de Lu Dort (14 putnos, 4/8 en triples), que sigue creciendo como especialista defensor cada vez con mejor muñeca y que es el mejor escudero de Shai Gilgeous-Alexander (21 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias).

Además, Al Horford jugó muy bien (21 puntos, 11 rebotes, 5 triples sin fallo) y Bazley Maledon completaron el trabajo de unos Thunder jóvenes, en construcción… pero de enorme mérito. Los Suns, entre altibajos y sin Booker, exprimen a Chris Paul: 32 puntos en más de 35 minutos y mucha producción en el último cuarto en un mal día de Bridges y un Ayton que falló tras rebote de ataque (después de un error de Paul) en la jugada decisiva. Momento difícil para los Suns, que hoy tienen ese peligroso duelo contra los Warriors.

La jornada NBA se completó con estos dos partidos:

PELICANS 124-WIZARDS 106: Los Wizards, destrozados por las bajas (3-11 ahora), fueron el invitado perfecto para que los Pelicans se lamieran las heridas. Los de Louisiana sumaron su segundo triunfo en 10 partidos (6-10 ahora) ante un rival dócil y gracias a la percusión interior de Zion Williamson (32 puntos, 12/16 en tiros) y exterior de Brandon Ingram: 32 puntos, 6 rebotes, 8 asistencias, 7/12 en triples. Pero la noticia volvió a ser la montaña de puntos sin premio de Bradley Beal. El escolta sumó 47 puntos y 6 asistencias con 37 tiros lanzados (17/37). Pero, sin Russell Westbrook esta vez, su equipo volvió a perder. Beal lleva 13 partidos de al menos 40 puntos desde que comenzó la temporada 2019-20. Y los Wizars han perdido 12 de ellos, diez seguidos. Algo que no le había pasado a ningún jugador en toda la historia de la NBA.

MAGIC 107-KINGS 121: Descansados después de dos partidos aplazados por los protocolos sanitarios (un doblete contra Memphis Grizzlies), los Kings jugaron uno de sus partidos más completos de la temporada (7-11 ahora). Hield lideró la carga con 7 triples para 29 puntos pero todo el quinteto cumplió: 16+12 de Bagley, 21+5+4 de Barnes, 16+8+10 de Fox y 20+12 de Holmes. En los Magic, 26+9 de Vucevic y 25 con 4 asistencias de Fournier.