Poco después del salto inicial se conoció que la leyenda del Valencia Basket, Miki Vukovic, había fallecido. Y sin saberlo, los jugadores le dieron un homenaje sobre la cancha, lo que a él más le gustaba. Durante la mayor parte del duelo, el Valencia bordó la defensa y exprimió el juego coral, dos de los leit motiv de los exitosos conjuntos que formó el mito taronja tanto en baloncesto masculino como femenino.

Casualidades del destino, fue otro serbio fue el que manejó la maquinaria taronja hasta la meta final. Nikola Kalinic anotó (14 puntos), repartió (7 asistencias) y, sobre todo, fue el líder de un equipo que se había quedado sin dos de sus referentes, Dubljevic y Prepelic, este baja de última hora. También brilló Van Rossom, muy completo (21 de valoración); además de Labeyrie (16 puntos) y Tobey (13+5) que dominaron la pintura pese a la insistencia de un combativo O’Bryant (21 puntos y 3 rebotes). El triunfo devuelve la confianza al cuadro valenciano y le vuelve a meter en la lucha por el Top-8, objetivo real y que han estado cumpliendo casi durante todo el curso.

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El Valencia firmó 17 minutos iniciales cerca de la perfección. Con una defensa asfixiante al Estrella Roja que echaba mucho de menos a Jordan Loyd, y una efectividad suprema en el lanzamiento, los taronjas siempre fueron con ventajas sustanciales en el electrónico. Primero con la pareja Kalinic-Williams anotando, después con la efectividad en el tiro exterior de San Emeterio y durante todo el partido con la versatilidad de Labeyrie, que hacía mucho daño a los pívots del Estrella Roja. Los balcánicos hacían la goma aunque el Valencia, punto a punto, estiraba la ventaja. Sastre tuvo un tiro libre para poner el +18 quedando 2:47 para el descanso. Lo falló y los serbios encadenaron dos triples que fueron el preludio de un 2-12 de parcial hasta el descanso que dejó la ventaja local en casi nada (49-42) para lo que se había visto durante la mayor parte del primer acto.

El Estrella Roja se lo había creído y en especial O'Bryant, que hacía mucho daño dentro. Seis puntos seguidos del pívot pusieron el 53-48. Peligro. Y dos triples de Williams y Colom volvieron a dejar la renta en +5. En ese momento, Kalinic se dio cuenta que era mejor que cualquiera de sus marcadores. En realidad lo sabía desde hacía rato. Y empezó a anotar. Nadie podía pararlo. En diagonal con la derecha, con la izquierda, remontando la línea de fondo… Colom mantenía a los suyos a flote con un triple. 68-57, con un cuarto por jugar.

Sin embargo, el Valencia sabía que este partido no se podía escapar si quería volver a meterse en la lucha por el top-8. Dos canastas de entrada de Sastre le dieron la confianza necesaria a los locales para afrontar con poso el último cuarto. El rival lo fiaba al yo-yo de Colom pero por La Fonteta conocen bien al andorrano y consiguieron pararle. Tras un par de buenas acciones de Williams, el partido se quedó en casa (la primera en Euroliga contra el Estrella Roja) tras un robo de Sastre que culminó con un triple del balear (83-69, min. 37). Desde ahí, la ventaja no hizo más crecer.