Ricky Rubio ha regresado a Minnesota Timberwolves después de un par de movimientos de mercado que le han alejado del equipo que él eligió en 2019, Phoenix Suns, contra su voluntad. Rubio fue mandado a los Thunder a cambio de Chris Paul, otro de los bases titulares de la NBA, y no se lo tomó bien. La NBA es, en efecto, un negocio que se mueve por esta clase de movimientos inesperados, pero el base español ha explicado por qué le ha parecido poco decorosa la actitud de los Suns, el equipo al que dirigió con maestría la pasada temporada y con el que logró un vistoso 8-0 en la burbuja de Florida que les dejó a las puertas de disputar los playoffs. 

En palabras a Jon Krawczynski, de The Athletic, el jugador se ha mostrado contento por volver a la que fue su primera casa en la NBA pero contrariado por lo ocurrido con los Suns. 

"No es la manera de la que me quería enterar. Especialmente lo digo por mi agente, que estaba hablando con el equipo y al que le habían dicho que mi nombre estaba fuera de la mesa de negociación pese a los rumores. Y luego pasó todo eso", remarca. "Sientes que todo lo que te han dicho durante todo el año (comprar el proyecto, equipo joven, que te necesitan)... Bla, bla bla... Parece que nada era verdad", añade. 

Rubio volverá a los Timberwolves, el lugar al que llegó en 2011 y donde aguantó hasta 2017. 

"La manera en al que me fui en su día no es la que quería. Entiendo que esto es una industria y cómo funciona. Tampoco estaba listo para volver el año pasado", asegura sobre su salida a los Jazz hace tres años y su decisión de hace uno, cuando eligió Phoenix como destino. "Las cosas han cambiado. Diez años cambian tu vida. Soy un jugador diferente y un hombre diferente. Ahora soy más maduro y estoy más preparado", apunta sobre su progreso en la liga norteamericana y como ser humano. 

"Viendo los vídeos que me han hecho con mi regreso me he quedado pensando: 'Guau, esto ocurrió hace ya mucho'. Al mismo tiempo, muchos recuerdos viniéndome", dice: "Era como estar en las películas, era bajar del avión y sentirte como una estrella del rock. Si me preguntas lo que se me pasaba por la cabeza, ni lo recuerdo porque estaba demasiado emocionado como para pensar". 

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En los Wolves coincidirá de nuevo con Ryan Saunders, que cuando Ricky estaba en la primera etapa él era ayudante y su padre, 'Flip' (luego, fallecido), era el presidente. También se verá las caras con Pablo Prigioni, que es uno de los integrantes del cuerpo técnico. Del ex de Baskonia y Madrid dice lo siguiente: "He tenido muchas batallas con él y aprendí de esa mentalidad argentina, que es como la que tiene la Selección Española".

También comenta la evolución que ha tenido para convertirse en uno de klos fijos en las alineaciones de hasta tres equipos en sólo tres años: "He aprendido a saber jugar sin el balón. Así es como creces como jugador, jugando en distintas situaciones. Estar en situaciones incómodas, si sabes utilizarlo bien, te puede ayudar a mejorar mucho tu nivel de juego".