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La forja de los Lakers: el 'robo' de Davis y el 'no' de Jimmy Butler

Los Lakers apostaron fuerte por Davis y algunos aseguraron que habían dado demasiado a los Pelicans. Luego buscaron una tercera estrella: Kawhi Leonard, Kemba Walker, Butler...

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La forja de los Lakers: el 'robo' de Davis y el 'no' de Jimmy Butler
Douglas P. DeFelice AFP

LeBron James tiene 35 años y cumple 36 en diciembre. En ruta hacia este título de 2020 con los Lakers, el cuarto de su carrera, ha demostrado que todavía es el mejor jugador del mundo. ¿Y después de él? Se podría debatir durante horas: Kawhi Leonard, Kevin Durant, Stephen Curry… de esos tres, el más joven es Kawhi, y cumplirá 30 años durante la próxima temporada. Curry y Durant tienen ya 32. Giannis Antetokounmpo, el ganador del MVP en las dos últimas campañas, tiene 25 años… y Anthony Davis solo tiene dos más, 27, y sale de la burbuja de Florida como campeón y reforzadísimo en su condición de súper estrella de la NBA. Ha formado, de hecho, una pareja de un nivel histórico al lado de LeBron James. Él ha sido clave en este momento de la carrera del 23 y, al mismo tiempo, LeBron le ha ayudado a alcanzar un nuevo pico en su juego.

Durante la primera temporada de Davis en los Lakers, los angelinos han pasado de no jugar playoffs a ser el mejor equipo del Oeste en Regular Season (52-19) y el nuevo campeón de la NBA. Estos han sido los números de Davis:

Regular Season: 26,1 puntos, 9,3 rebotes, 3,2 asistencias, 2,3 tapones, un 50% en tiros, un 33% en triples y un 84,6% en tiros libres.
Playoffs: 27,7 puntos, 9,7 rebotes, 3,5 asistencias, 1,4 tapones, 1,2 robos, un 57% en tiros, un 38,3% en triples y un 83% en tiros libres.
Finales 2020: 25 puntos, 10,7 rebotes, 3,2 asistencias, 2 tapones, 1,3 robos, 1,3 triples, 57% en tiros, 48% en triples, 95% en tiros libres.

Davis rozó el nivel de MVP en la Final, aunque el premio finalmente fue para LeBron. Y fue el mejor jugador de los Lakers en muchos momentos de los playoffs. Su tarea defensiva ha sido imperial, con tramos realmente históricos. Cerca del aro ha intimidado 108 tiros y sus 30 tapones son nueve más que los que ha totalizado el segundo. Además, su valor es incalculable en defensa por su capacidad para cambiar en los bloqueos y defender con excelente resultado a algunos de los mejores guards de la NBA: Damian Lillard, James Harden, Jamal Murray… y Jimmy Butler, contra el que hizo un trabajo decisivo en los dos últimos triunfos de los Lakers en la Final, en los duelos cuarto y sexto.

Si su capacidad como defensor era ya incuestionable (de hecho para muchos merecía el premio de Defensor del Año por delante de Giannis Antetokounmpo), una de las claves de su excelente nivel en los playoffs ha estado en su excepcional rendimiento como tirador. Cerca del aro ya era demoledor y en las eliminatorias ha firmado un increíble 80,5% en tiros a menos de dos metros de la canasta (95/118). Solo cuatro jugadores lanzaron más de 40 veces en esa zona y superaron el 70%, y Davis es el único por encima del 75%. Desde la media distancia su explosión ha sido un factor decisivo para los Lakers: 34,9% en regular season, 49,6% (57/115) en los playoffs. Un dato propio de Kevin Durant.

Davis ha tenido el mejor +/- de los playoffs: +184 en 769 minutos. Y, otro dato fundamental, ha hecho que los Lakers tengan balance positivo (+21) en los 203 minutos que él ha estado en pista sin LeBron James. El alero, por el contrario, ha tenido un -2 en los 196 minutos que ha disputado sin Davis a su lado. Solo hay que recordar los problemas que tenían los Cavaliers en cuanto LeBron se sentaba en los últimos años para entender hasta que punto ha sido decisiva la presencia de Davis en la ruta de los angelinos hacia el anillo.

Ahora, si todo sigue un cauce normal, Davis rechazará su player option de 28,7 millones para la próxima temporada y saldrá al mercado. Aunque no ha querido reconocerlo públicamente, nadie duda de que seguirá en los Lakers. La cuestión es por cuántos años. Firmará un contrato máximo en lo económico por la duración que él quiera, del 1+1 que cada vez usan más las estrellas a los cinco años que permite como máximo el convenio. Si firma a largo plazo, sería una excelente noticia para los Lakers, que se quitarían más pasos por la agencia libre del que está llamado a ser su siguiente estandarte, toda vez que tiene ocho años menos que un LeBron que ganó su primer anillo a los 27. Como Davis.

De lo que no hay duda es de que los Lakers acertaron cuando arriesgaron y se lanzaron a por Davis aunque el ala-pívot tenía otros pretendientes y solo un año más de contrato garantizado, este que acaba de terminar. De hecho, muchos creyeron que habían dado demasiado a cambio y felicitaron a los Pelicans y al recién llegado David Griffin, el ejecutivo que construyó también los Cavaliers campeones en 2016. Ahora, una temporada después, parece obvio que los Lakers hicieron exactamente lo que tenían que hacer. Dieron, después de negociar con los Pelicans, a Brandon Ingram, Lonzo Ball, Jason Hart, el número 4 del pasado draft, la primera ronda de 2021 (con protección top 8), el derecho para los Pelicans de intercambiar la primera ronda de 2023 y la primera de 2024 que la franquicia de Nueva Orleans puede no ejecutar y quedarse a cambio la de 2025.

Visto lo que dieron los Rockets por Russell Westbrook y, sobre todo, los Clippers por Paul George, el precio no es tan alto. Y, aunque son operaciones que solo se pueden juzgar a largo plazo desde el lado del vendedor, los Pelicans no han tenido una buena temporada y solo Brandon Ingram, que ha debutado como all star y ha sido elegido Jugador Más Mejorado, ha estado en su mejor versión. Jason Hart es un jugador de rotación y no está claro el futuro en Louisiana de Lonzo, un jugador que ha vuelto a alternar luces poco continuadas y sombras muy profundas en, ya, su tercera temporada en la NBA. Los Pelicans enviaron el número 4 del draft (De’Andre Hunter) a Atlanta a cambio de los números 8 (Jaxson Hayes), 17 (Nickeil Alexander-Walker), 35 (Marcos Louzada Silva) y una primera ronda con protección top 10 para el draft de 2020 que se celebrará el 18 de noviembre.

Tanto Hayes como Alexander-Walker demostraron que están muy verdes en su primera temporada en la NBA, así que es pronto para hacer una evaluación plena desde el lado de los Pelicans de una operación que los Lakers ya dan por buena solo con una temporada que ha sido triunfal para Davis y para un equipo que ha vuelto a ser campeón de la NBA, diez años después. Una apuesta arriesgada pero ganadora desde los despachos de unos Lakers que soñaron con hacerse, en el verano de 2019, con una tercera estrella para formar un big three explosivo, ya con LeBron y Davis en nómina. Fueron con todo a por Kawhi Leonard y lo intentaron también con Kemba Walker, que firmó con los Celtics, y con Jimmy Butler, que se fue a Miami Heat y acabó siendo el rival de los angelinos en las Finales 2020.