Los Heat viven. De milagro… pero viven. Aunque fueron por delante durante casi todo el partido y dominaron todo el tramo central, colapsaron en el último cuarto y vieron como los Lakers remontaban once puntos a base de defensa y de una carga bestial de LeBron James. Pero en los momentos decisivos volvió a aparecer Jimmy Butler. Inagotable, el base/alero anotó ocho puntos seguidos, mano a mano con LeBron, para dejar el partido en 108-109 a 16,8 segundos del final. Los Lakers, peses a su irregularidad durante muchos tramos de juego, tenían la última bala. Punto de partido y punto de campeonato.

Y ahí se fueron al limbo dos opciones excelentes de los angelinos. LeBron James recibió, penetró, atrajo a toda la defensa de los Heat y optó por sacar un pase a Danny Green, que recibió en posición frontal y completamente solo. Green falló, con una mecánica pésima, un tiro que se quedó muy corto.

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Pero es que Markieff Morris cazó el rebote de ataque, todavía con seis segundos por jugar. Primero tuvo un pase sencillo a Green, también en la línea de tres. Y después LeBron se ofreció completamente solo a su derecha. Pero Morris se embarró y optó por buscar a Davis, que estaba debajo del aro, y lanzó un pase horrible que se perdió por la línea de fondo. Después, Tyler Herro puso la puntilla con dos tiros libres, sin tiempo para que los Lakers intentaran siquiera un último triple (108-111).

En cuanto acabó el partido, fueron muchas las voces en redes sociales, incluidos comentaristas deportivos y jugadores, que se posicionaron sobre esa última acción de LeBron. Es un debate eterno con los jugadores franquicia: ¿debió forzar él y buscar la canasta ganadora o hizo lo más inteligente al encontrar al compañero liberado? Green ha hecho carrera por dos cosas: su excelente defensa exterior y su capacidad para anotar triples importantes. Si embargo, en esta temporada en los Lakers no ha encontrado nunca la puntería. En este partido llevaba un 2/4 (2/5 final) pero en las Finales está en un 8/31. En la fase regular acabó con un 36% desde la línea de tres que ha bajado a un 33% en playoffs. Con 33 años, Green firmó antes de esta temporada con los Lakers un contrato de dos año y 30 millones de dólares.

Los que criticaban a LeBron echaron mano de la eterna comparación con Michael Jordan: “Jordan jamás habría dado ese pase y habría decidido él”. Jordan, en efecto, ganó muchos partidos con acciones definitivas en los instantes finales. Pero también supo apoyarse en sus compañeros: el sexto partido de las Finales de 1993, el decisivo, lo ganó un triple de John Paxon, asistido por Horace Grant, que había recibido de Pippen una bola que Jordan se limitó a subir de lado de la pista. Y en 1997, también en el sexto y a la postre decisivo partido, Jordan asistió para una canasta desde la cabeza de la zona de Steve Kerr a siete segundos del final.

LeBron, por su parte, quitó hierro a este mal final de su equipo porque el sexto partido llega, casi tiempo para el descanso: mañana domingo, menos de 48 horas después (01:30 hora española) del inicio del quinto: "Green y Morris son jugadores veteranos, no hay nada que decirles. Ni siquiera creo que hayan jugado mal este partido.  En esa jugada sacamos el mejor tirado posible. Danny tenía una posición excelente. Sé que a él le gustaría verse en esa situación otra vez. A mí me gustaría haber dado un paso mejor... tienes que vivir con ello". Y también defendió su decisión de pasar al compañero liberado: "Siempre he jugado igual, desde que era un niño, y me ha ido bien así. No voy a dejar que una jugada puntual aquí o allá cambie eso".