Después de la derrota ante los Heat, la segunda en dos partidos de las finales de la Conferencia Este, los ánimos estaban muy caldeados en el seno de los Celtics. Tanto que los jugadores se dijeron de todo al llegar al vestuario y tanto que se oía todo desde fuera, donde la prensa aguardaba a que los jugadores se ducharan y vistieran para realizar alguna entrevista posterior al encuentro. 

Gary Washburn, cronista de The Boston Globe, dio cuenta de lo ocurrido. "Smart está gritando en el vestuario de los Celtics y hay mucha discusión ahora mismo. Smart no es el único que está chillando; se ha ido al baño y la discusión continuaba. Smart les decía: 'Es por vosotros esta mierda'. El equipo está explotando. Ha habido hasta lanzamientos de objetos", relató. "He estado en la puerta de un montón de vestuarios y esto es lo más estridente que he oído nunca", añadió. 

La situación fue tan fuerte que los técnicos tomaron la determinación, para calmar los ánimos, de suspender el entrenamiento dispuesto para el siguiente día. 

Jayson Tatum y Jaylen Brown, dos de los capos del vestuario, no lo negaban tras salir del cuarto en el que los jugadores se cambian. "En el equipo hay mucha gente pasional. Eso es lo que ha ocurrido, pasiones expresadas", dijo Brown. "Estamos frustrados, pero así es el deporte de equipo. Hablamos del partido y ya", dijo Tatum. 

Brad Stevens, que pasa por ser uno de los técnicos más tranquilos -además de uno de los mejores- de la NBA, achacó la discusión a la remontada de los Heat y la consecuente derrota: "Los chicos estaban a flor de piel después de un partido duro".