El Real Madrid ya está de vuelta. El equipo blanco comenzó este martes la pretemporada con los pertinentes reconocimientos médicos y la primera sesión de entrenamiento, que comenzó en la cancha, con diversos ejercicios de balón, y acabó con trabajo físico en el gimnasio. Entre los integrantes de la plantilla madridista estaban Carlos Alocén y Alberto Abalde, las dos novedades para el próximo curso. Y también Facundo Campazzo, como ya informó AS.

El base aún no ha solucionado su situación con el Madrid. El argentino, la principal estrella del conjunto de Pablo Laso, tiene decidido poner rumbo a la NBA. Es su momento. Con 29 años y tras ganarlo todo con el Real, sabe que la Liga norteamericana es el siguiente paso lógico en su carrera. Campazzo tiene una cláusula de seis millones de euros tras la renovación del pasado verano por cinco temporadas y algo más de tres millones de euros brutos cada una de ellas.

Su deseo es conseguir una rebaja de esta a cambio de sus derechos en Europa, que los blancos retendrían y pagar el resto a plazos como ya hicieron antes que él diferentes jugadores como Sergio Rodríguez y Nikola Mirotic. Esta primera propuesta no fue aceptada por el Madrid y el internacional albiceleste, que no contempla otra cosa que jugar en la NBA, ha tratado de realizar un nuevo acercamiento en los últimos días.

Tiempo y dinero

El tiempo es uno de los grandes enemigos de Campazzo. La Liga norteamericana, en plena temporada por el coronavirus, maneja unas fechas diferentes a las habituales para abrir la agencia libre (16 de octubre), lo que le obligaría a comenzar el curso con el Madrid, con el consiguiente riesgo de lesiones… y que llevaría al club a un desembolso de unos 900.000 euros por la parte proporcional de su contrato.

El panorama económico en la NBA, a la baja, tampoco ayuda: de 115 millones de dólares antes de la pandemia a 95 tras ella. El impuesto de lujo se rebajaría desde los 139 millones de dólares a los 115. Una franquicia de la NBA no puede desembolsar más de 750.000 dólares el próximo curso para pagar la cláusula de un jugador sin que afecta a ese menguante margen salarial. Una cifra que el base podría completar con el 15% del salario total que firme en Estados Unidos. El resto dependería de su bolsillo y del acuerdo que llegue con los blancos.