NBA | ROCKETS 120 - BUCKS 116

Los Rockets logran la victoria imposible ante los Bucks

Los Bucks cogieron 29 rebotes más y dejaron a los Rockets en menos del 40% de acierto. Nadie había perdido así nunca. La defensa de los de Houston, clave.

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Los Rockets logran la victoria imposible ante los Bucks
ERIK S. LESSER EFE

Houston Rockets puede ser el equipo más imprevisible de la liga. Con sus quintetos de bajitos llevados hasta el extremo, sus andanadas de triples y con Harden y Westbrook al frente, dos de los jugadores menos queridos por el público en general, no son santo de la devoción de muchos. Pero tienen las armas exactas para poder ganar a cualquiera en un buen día. Hoy ha sido uno de ellos. Y han hecho varias cosas bien porque para ganar a los Bucks no hay más remedio, pero han destacado en una por la que mucha gente no les reconoce: la defensa.

Ahí es donde ha ganado el partido de verdad. Teniendo ratos brillantes en la parte de atrás, incluyendo los últimos tres minutos (los Bucks estaban 50-0 esta temporada llegando 8 arriba a los últimos 180 segundos), cuando han conseguido colapsar literalmente el ataque de Milwaukee y a Giannis Antetokounmpo, que otra vez ha visto como aparecían los fantasmas de los últimos playoffs en una zona bien cerrada y con muchas manos al acecho del balón que casi siempre está en sus manos. El griego ha protagonizado una serie de jugadas en los últimos dos minutos que han condenado a los suyos, con varias pérdidas y una falta personal sobre Westbrook en acción de tiro bastante prescindible. De esas pédidas dos han sido provocadas por James Harden, su archienemigo inesperado (aún no está claro de donde viene la enemistad), que se ha reivindicado en tareas defensivas dejando el peso en ataque a Russell Westbrook.

El base acabó con 31 puntos y ya lleva 36 partidos seguidos con más de 20 puntos. Harden se quedó en 24, pero añadió 7 rebotes, 7 asistencias y, ojo a esto, 6 robos de balón. Por ahí se les empezó a escapar el encuentro a los líderes de la liga, que de haber ganado habrían asegurado matemáticamente el primer puesto del Este. Perdieron 22 balones, mientras que los Rockets se quedaron en nueve. El cuidado del balón es clave para un equipo que se juega tantos triples (tiraron 61 igualando el récord en NBA en un partido sin prórroga) y que sufre en el rebote, como no podía ser de otra manera. Esta vez cogieron 29 menos que su rival. Eso sumado a su excaso acierto en el tiro (39,6%) y la anotación de los Bucks nos da como resultado un imposible, una ecuación nunca vista. Cualquier equipo que había metido más de 110 puntos, hanía dejado a su rival por debajo del 40% en tiros y había cogido más de 25 rebotes que el contrario, que es lo que han hecho hoy los Bucks, había ganado siempre. 177 veces de 177. El primero en la historia en no hacerlo es justo uno de los equipos con mejor récord que se recuerda.

Lo de los 29 rebotes de diferencia es la mayor en contra con la que un equipo gana un partido desde los Warriors en febrero de 2016, en el ya histórico encuentro en el que Curry metió el triple final casi desde el medio del campo. Anteto, eso sí, ha vuelto a dejar su nombre en otro récord histórico. Con el 36+18+8 de hoy suma ya 15 encuentros de 30+15+5 este año y es la primera vez que alguien los hace en los últimos 50 años, aparte de Kareem Abdul-Jabbar. Seguramente no sea ningún consuelo para el griego.