El Real Madrid y Jordan Mickey han alcanzado un acuerdo para rescindir el año de contrato que les quedaba y el pívot es ahora libre para firmar por el Khimki de Moscú, al que regresa un año después. Mickey, de 2,03 m y 26 años, llegó el pasado verano como relevo de Gustavo Ayón, pero su condición de extracomunitario ha reducido mucho su presencia en el equipo blanco. Deck y Thompkins eran los dos americanos elegidos por Laso en los partidos clave de la ACB y Mickey solo participó en 44 de los 61 encuentros de la temporada. Sus números en la Euroliga, pese a todo, han sido muy buenos: 9 puntos (68% de dos y 33% de tres), 4,2 rebotes, 1 tapón y 10,8 de valoración en apenas 16:35 en pista.

El estadounidense quería sentirse más importante en el juego después de un curso en el que su rol, el de suplente de Tavares, no ha resaltado sus puntos fuertes y sí cierta debilidad para cerrar el rebote defensivo y en la defensa cuerpo a cuerpo de los cincos rivales. Para él, la mejor opción era cambiar de aires en busca de un mayor protagonismo, de ahí que la rescisión  haya sido simbólica en lo económico. Abrirá así su segunda etapa en el Khimki de Shved.

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El Madrid ha meditado su salida, porque conoce su calidad y lo que es capaz de ofrecer, pero su pasaporte ha resultado clave en la decisión (aunque se nacionalizara Deck, quizá necesite esa plaza para un base). Una vez más no ha funcionado la apuesta de contar con tres extracomunitarios para luego rotarlos durante la temporada. Mickey aterrizó hace un año como relevo de Ayón, y una vez que Brandon Davies, la primera opción, acabó en el Barça con un salario superior y un pasaporte de Uganda que generaba dudas. Su vacante será ahora ocupada por el croata Ante Zizic, de 2,08 m y 23 años, cuyo fichaje no se podrá hacer oficial hasta que quede desvinculado de la NBA. Acaba contrato y esta última temporada ha ganado en Cleveland Cavaliers 2,2 millones de dólares brutos.