Zion Williamson ha sentado precedente. El jugador de los Pelicans ha abandonado este jueves la burbuja de Orlando para poder atender a una grave situación de salud que asola a su núcleo familiar más directo. Según ha informado el club de Nueva Orleans, el ala-pívot regresará en los próximos días para poder reiniciar la competición con el resto de sus compañeros.

El jugador de 19 años abandonó la burbuja pese a no estar en sus mejores condiciones físicas. En una información adelantada por The Athletic, Williamson había estado aquejado de diversos calambres en sus rodillas, que le habían impedido entrenar de la mejor manera posible en el transcurso de esta semana. Pese a ello, desde el club aseguran que Zion se encuentra en condiciones de poder competir desde el arranque de la competición.

Sin embargo, los protocolos de la NBA ponen más que en entredicho que el jugador pueda saltar a las canchas desde el inicio. Los Pelicans se estrenarán en la madrugada del 30 al 31 de julio frente a los Utah Jazz y el jugador deberá de cumplir al menos 4 días de cuarentena una vez regrese al Campus, siempre y cuando el jugador no resulte positivo en ninguno de los tests que se le irán realizando durante los días en los que no esté en Orlando. La situación familiar deberá de resolverse en máximo una semana para que el jugador pueda volver a entrenar y tener un mínimo de ritmo de entrenamientos, puesto que los 3 partidos de preparación se los perderá.

Desde las altas esferas del club, han querido dejar claro que el jugador abandona Orlando con todo su apoyo, desde el que desean que el problema que acontece en su familia se pueda resolver a la mayor brevedad posible. David Griffin, vicepresidente ejecutivo de operaciones de los Pelicans así lo atestigua: "Apoyamos con firmeza la decisión de Zion de abandonar el NBA Campus para estar con su familia. Por respeto a su familia, no añadiremos ningún tipo de comentario más al respecto", aseguró.

Williamson completará esta temporada su primera en la NBA. Un jugador llamado a realizar grandes cosas pero al que un entorno poco priveligiado le puede llegar a jugar una mala pasada. Esta temporada el jugador de Salisbury ha promediado más de 23 puntos, 6,8 rebotes y 2,2 asistencias y se presenta como una figura clave para que los Pelicans tengan opciones de pelear por el último puesto de playoffs de la Conferencia Oeste, después de marcharse décimos antes de la suspensión.