La NBA comienza a pensar ya en la próxima temporada con cuatro escenarios posibles, según Morning Consult. El más drástico de todos apunta a un curso de marzo a octubre de 2021, siempre que haya en camino una vacuna o un tratamiento terapéutico contra el coronavirus que permita a los equipos abrir las puertas de sus pabellones a los aficionados.

La Liga norteamericana constaría de sus habituales 82 partidos, tendría un All Star en algún momento, pero no se conocería el calendario antes de arrancar la campaña como es habitual. Los horarios de los encuentros se publicarían casi a diario.

La temporada marzo-octubre permitiría a las franquicias un aumento de sus ingresos por la venta de entradas, pero perderían parte del dinero de las televisiones al solaparse durante un tiempo con los Juegos de Tokio 2021 (del 23 de julio al 8 agosto). La NBA, sin embargo, medita parar para que la selección defienda el oro en Japón, lo que crearía, según el estudio realizado, un desequilibrio en la competición: algunos jugadores viajarán al extranjero para la cita olímpica, mientras que el resto tendría unas dos semanas de descanso.

Los otros tres escenarios requieren que la temporada vaya desde diciembre de 2020 hasta julio de 2021 y dependerían de la situación epidémica del país. Los equipos y las autoridades sanitarias serían las encargadas de decidir qué pabellones pueden acoger aficionados y cuáles no. Si por causa de la COVID-19 se deben disputar partidos en territorio neutral, los jugadores no pasarían más de cuatro semanas concentrados sin poder viajar a sus casas.