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"Si colapsa el sistema sanitario en Florida no puede haber NBA"

El epidemiólogo Zach Binney se muestra muy preocupado por la situación. Brian Windhorst (ESPN) cree que habrá temporada: "Esto ya es demasiado para pararlo".

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"Si colapsa el sistema sanitario en Florida no puede haber NBA"
CRISTOBAL HERRERA EFE

La NBA sigue consumiendo fechas hacia su regreso, fijado para el mes de julio. El día 7 comenzaron a llegar los equipos a Florida y el 30 ya se estarán jugando partidos oficiales... si todo va bien. Pero pocas cosas están yendo bien: al miedo de los jugadores al coronavirus y a las lesiones traicioneras tras una inactividad tan larga y compleja, se sumó la situación social en Estados Unidos. Y, ahora, la tremenda escalada de la pandemia en Estados Unidos, especialmente en los lugares que prefirieron optar por las medidas blandas por razones políticas y económicas. Entre ellos Florida, donde el lunes se superaron los 100.000 contagiados con un 12% de test positivos. Unos números muy preocupantes y que van rápidamente al alza a medida que se acerca de que lo será, o debería ser, el regreso de la temporada 2019-20 de la NBA en el complejo Walt Disney World, de Orlando.

Pese a lo preocupante de la situación, todo apunta a que en las próximas horas la NBA y el sindicato de jugadores (NBPA), donde ha habido síntomas de fractura entre la cúpula de estrellas y las clases media y baja de un grupo total de más de 450 jugadores, cerrarán el acuerdo para el regreso definitivo de la competición, algo que según el periodista Brian Windhorst "es lo que todos creen que hay que hacer a pesar de que hay preocupaciones": "Hay jugadores preocupados por el virus, en general y más con la situación que hay en Orlando. Los hay que se quieren centrar en el movimiento Black Lives Matter, que ahora es el centro de sus vidas, los hay que acaban contrato y están nerviosos por si se lesionan de gravedad... hasta hay jugadores de fuera de Estados Unidos que no quieren volver tal y como están las cosas. Deberían estar aquí desde el 15 de junio, pero algunos no han vuelto todavía. Hay problemas... pero todos creen que esto es ya demasiado grande como para venirse abajo".

Windhorst (ESPN) aseguró en su podcast que la NBA sabe que habrá positivos y que se conformará con un número manejable de ellos: "La mayoría de jugadores están felices porque se recupere la temporada. Quieren estar con sus equipos en Orlando aunque asumen que habrá positivos. Pero la sensación es que esto ya no va a parar, es demasiado grande a estas alturas". Sobre esos positivos, este periodista dijo que en la Liga tratan de manejar escenarios realistas y para nada triunfalistas: "La NBA da por hecho que habrá positivos. Si en la NFL acaban de hacer unos 200 test y ha habido unos 11 positivos, eso es más o menos un 5%. La NBA va a hacer las pruebas a más de 300 personas entre jugadores y staff de los equipos... si salen de ellas con un número de entre 27 y 35 positivos lo considerarán algo bueno, manejable". Las pérdidas en caso de que se suspenda la temporada se estiman en un total que puede llegar a los 2.000 millones de dólares.

La situación va a peor en Florida

Pero el gran problema en las últimas fechas, y seguramente en las próximas, es la expansión de la pandemia en Florida, donde se le están acabando las excusas al permisivo gobernador republicano Ron DeSantis. Zach Binney, epidemiólogo de la Universidad de Emory, ha asegurado que la situación es "muy preocupante" en general, y más para el reinicio de una competición deportiva, en el área de Orlando y Orange County, donde se concentrará la NBA. En una entrevista a CBS, Binney deja claro que la ratio actual de positivos puede dejar ya anticuadas algunas de las rutinas fijadas por la NBA, como que los trabajadores de los hoteles puedan entrar y salir de la burbuja. Esto podría dejar de ser posible por mucho que no tengan contacto directo con los jugadores y extremen las medidas de precaución.

Binney asegura que la situación hospitalaria puede acabar siendo incompatible con el regreso de la actividad del deporte profesional: "La situación en Florida es muy, muy preocupante. La NBA no ha hecho nada mal, pero las cosas están empeorando. Ha hecho lo que tenía que hacer, pero eso al virus le da lo mismo. Hay un crecimiento vertiginoso y ni siquiera hay suficientes test para hacer lo que se tendría que hacer. Y las cosas pueden ir a mucho peor. Esto es como un tren que va a toda velocidad, no para en seco cuando tú pisas el freno. Este es un virus que se contagia muy fácilmente y que muchas veces tarda en dar la cara, y esos factores lo complican todo mucho. Si el sistema sanitario de Florida colapsa, no puede haber NBA. No puedes organizar la competición de buena fe si las UCI están llenas y los cadáveres se acumulan en camiones de refrigeración en las morgues. No sé ni siquiera si sería éticamente razonable traer a 1.000 personas, aislarlas, hacerles test a diario...".