El agujero que Michael Jordan dejó cuando abandonó los Bulls en 1998 llega hasta hoy. Desde aquel año, con alguna incursión interesante como la de Joakim Noah, Ben Gordon o Derrick Rose y el paso de dos españoles como Pau Gasol y Nikola Mirotic, no han vuelto a ganar pero es que ni siquiera se han acercado. Sin embargo sí que había un plan inmediato para reconstruir, como bien recordaba el documental The Last Dance en sus últimos minutos, y además haciéndolo a lo grande para que la sombra de Jordan no fuera más que eso, pero no era nada fácil. 

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Uno de los jugadores que estaban en aquel momento, Jamal Crawford, ha desvelado sobre quiénes giraba el proyecto de Jerry Krause para realzar a un equipo que se había quedado sin su medular. Lo ha hecho en The Platform Basketball Podcast:

"Mi primer y segundo año en la NBA éramos el equipo más joven de la Liga. Los aficionados ya lo sabían: 'Aquí hay una reconstrucción'. Y en el primer año al menos éramos todos novatos y teníamos todo aquel 'cap space'... Entonces Jerry Krause se propuso fichar Tim Duncan, Grant Hill y Tracy McGrady, que eran agentes libres ese año, y se pensó que los tres iban a aceptar. Con que sólo lo hubieran hecho dos..."

Crawford se refiere al verano de 2000, cuando fue elegido en el draft y llegó a los Bulls. Los de Chicago, efectivamente, sólo tenían comprometida la mitad del espacio salarial (35,5 millones en aquel momento) y se veían con ansias de fichar. Lo curioso es que dos de ellos sí formaron equipo machándose al mismo lugar: Hill y McGrady ficharon por los Magic. Duncan hubiera podido ser el líder indiscutible del proyecto al ser ya poseedor de un Anillo (1999), pero renovó con los Spurs y con ellos terminó ganando cuatro campeonatos más. Los Bulls consiguieron como fichaje de cierto nombre a Ron Mercer, al que firmaron por cuatro años a razón de 27 millones, pero sólo duró un par pese a promediar 18,6 puntos por encuentro.