El sábado, el Gobierno confirmó oficialmente el regreso de las competiciones deportivas profesionales en España a partir de la semana del 8 de junio. Y la ACB recogió el guante con entusiasmo, agradeciendo el esfuerzo que se había hecho desde los estamentos oficiales y prometiendo el anuncio inminente de la sede y las fechas de su fase final, algo que será comunicado en cuanto haya acuerdo definitivo entre los clubes de la Asociación.

La Liga se dio de plazo hasta el domingo 31 para tomar una decisión sobre un futuro que ahora mismo pinta muy bien. Si se confirma que se juega, será con los doce primeros de la clasificación, en sede única y con un formato de dos grupos de seis equipos: el A (con el primer clasificado, el Barça; el cuarto, el Iberostar; el quinto, el Bilbao; el octavo, el Baskonia; el noveno, el Unicaja y el duodécimo, el Joventut) y el B (con el segundo, el Madrid; el tercero, el Zaragoza; el sexto, el Andorra; el séptimo, el Valencia; el décimo, el Burgos y el undécimo, el Granca). Todos empezarían con cero victorias y los dos primeros de cada grupo, después de cinco partidos (todos contra todos), se clasificarían para las semifinales. Los líderes de cada uno se medirían a los segundos por un puesto en la final, también a partido único.

Las fechas, salvo sorpresa, están decididas: del 17 al 30 de junio. Dos semanas frenéticas, en el mejor sentido de la palabra, en las que Movistar ya se ha planteado la opción de que se juegue todos los días en tres turnos horarios. Con la sede hay más dudas, aunque también una favorita: Valencia. El viernes los clubes se reunieron para dar el visto bueno a las instalaciones de L'Alqueria que se retrasó porque había reticencias por parte, principalmente, de los equipos de Euroliga y de otros aspirantes a acoger la fase final de la competición como MoraBanc Andorra.

Sin embargo, la candidatura de Valencia tiene todas las trazas de acabar imponiéndose. Es la que más gusta a la ACB y tiene el visto bueno del operador televisivo, que ve más problemas de producción en otras de las posibles sedes, como Canarias. Valencia, que tiene en su contra que sigue en fase 1 de desescalada, cuenta con el pabellón de La Fonteta, donde se disputarían los partidos, y con trece pistas anexas en L'Alqueria, nueve de ellas cubiertas. Además, su candidatura responde a las exigencias sanitarias planteadas por la ACB y se cuenta con tres hoteles cerca de La Fonteta para albergar a los equipos. Por último, el empresario Juan Roig, máximo accionista del Valencia Basket, avala personalmente las necesidades económicas de todo el operativo, incluida la disponibilidad de test. En este sentido, además, la Liga quiere que se realicen esta semana los test PCR a todos los jugadores que disputarían la fase final.

Siguen aspirando a acoger los partidos, pese a la ventaja de Valencia, otras sedes: Almería, Madrid, Menorca, Navarra, Gran Canaria y Tenerife, Zaragoza y Andorra, otra de las más interesadas pero que cuenta con el hándicap de que está fuera del territorio español.