NBA | LAKERS 114 - 112 CELTICS

Los Lakers sobreviven a Tatum (41), los Celtics y la polémica

Final de infarto en el Staples con decisiones arbitrales muy protestadas y un LeBron determinante al final. Los Lakers no convencen, pero se imponen al eterno rival.

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Hay tres cosas que son evidentes en los Lakers 2019-20. La primera, que les falta un alero alto que pueda defender a gente como Kawhi, Anteto o Tatum en una hipotética serie de playoffs. La segunda, que necesitan un tirador que meta los tiros liberados. Y la tercera, que tienen a LeBron James. Y que con él, todo es posible. Sobre todo si consigues imponerte al eterno rival, a un Tatum que vive su mejor momento, a una polémica que ha salpicado a todo y a todos y a un final de infarto ante un equipo que, en determinadas fases del partido, demostró ser superior

El partido puede dejar conclusiones vanas si tenemos en cuenta que en abril es donde se juega lo bueno, pero certeras por repetición. Al menos en lo que se refiere a los Lakers, que vio como sus problemas se multiplicaban ante un Tatum para el que no tuvieron respuesta, como ha pasado con otros aleros altos antes que él, en ningún momento del partido. El alero se fue a los 41 puntos, con 18 y 19 en el segundo y tercer cuarto respectivamente. Naufragó al final fallando tiros fáciles que había metido con anterioridad en una secuencia inversa a la que llevó LeBron, con problemas en el tiro al principio (al final 9 de 19) pero con un feadeway tremendo cuando apenas restaban unos segundos para el final del duelo. Una jugada que recordó en cierta manera a Kobe Bryant. Un Kobe, por cierto, muy presente en el duelo y en Bill Russell, que vestió la camiseta del eterno rival en un partido que vio en el Staples y en el que lució el 24 en honor a un hombre que nunca se irá del todo. Este lunes, por cierto, es su funeral.

Leyendas al margen, los Lakers, con la mete puesta en la ignominiosa derrota que sufrieron en el Garden por 32 puntos (casi nada) salieron como un ciclón y dominaron el primer periodo, al que se fueron con una ventaja de 9 puntos (28-19). Enlazaron el buen juego en el segundo durante el tiempo que estuvo Rondo, un hombre vilipendiado pero que aparece tradicionalmente en los momentos justos, algo de lo que nos acordaremos (o no) en playoffs. Rondo estuvo a un nivel superior al que indican sus números (1+4+5, con 5 robos), pero defendió, hizo gala de una inteligencia superlativa, no perdió ningún balón y acabó con un +15. De hecho, cuando se sentó, los Celtics se metieron en el partido gracias a un Tatum que ya empezaba a volar para acercar a los suyos antes del descanso (56-54) y dar la vuelta al luminoso durante el tercer cuarto, en el que los visitantes amagaron con romper el partido hasta en tres ocasiones en las que se colocaron con ventajas de 7 puntos

En este punto, la polémica ya había salido a la luz, con un arbitraje que los Lakers cuestionaron por la cantidad de veces que Tatum acudía a la línea de personal (15 en total al final) o por un tapón ilegal no señalizado de Jaylen Brown (que dio problemas a LeBron) sobre un Kuzma que tuvo destellos (16 puntos). Las tornas cambiaron en los últimos minutos, donde fueron los bostonianos los que se quejaron. Antes, los angelinos habían reaccionado a tiempo para empatar a 87 con 12 minutos por delante; a falta de 5, era imposible determinar cuál sería el resultado final del encuentro. Davis (32 puntos y 13 rebotes pero con 10 de 25 en tiros de campo) anotaba un triple que colocaba a los suyos 3 arriba (108-105), pero fallaría dos tiros seguidos en la zona y los Celtics tomaron la delantera (108-110).

En el último minuto se desató el vendaval y se encogieron las manos por culpa de los nervios. Una falta muy protestada y revisada por petición de Stevens daba a LeBron la oportunidad de empatar, pero fallaba el segundo. En el rebote, el balón fue para los Lakers saque de banda mediante, también en una jugada controvertida en la que era extremadamente complicado discernir para quien era el balón. Y luego, una pérdida de Jaylen Brown en la que pudo haber falta provocó la técnica por protestar al habitualmente hermético e impasible Brad Stevens. Tres jugadas consecutivas que tuvieron justo antes de esa pérdida la ya mencionada canasta con la que LeBron daba a los suyos una ventaja que ya no perderían.

Las conclusiones pueden ser, por lo tanto, peores para los Lakers que para los Celtics a pesar del resultado. Los planes de Stevens se mantienen intactos en un encuentro que han estado a punto de llevarse sin Kemba Walker y con un Tatum que en los últimos 8 partidos promedia 30 puntos y 8 rebotes con un 50% en tiros de campo y un 47% en triples. Los angelinos, sin embargo, siguen poniendo en evidencia sus carencias, a las que se unen las dudas en los tiros libres (25 de 37 hoy) sin un tirador sólido como referencia. Eso sí, no dejan de tener a LeBron, del que siguen siendo enormemente dependientes (como es normal). Hay taras, pero van líderes del Oeste y están liderados por El Rey y la que puede ser, con 35 años, su última gran aventura. Solo falta por ver si bastará con eso... o no. La respuesta la dará el tiempo.