Chicago, con nieve y temperaturas por debajo de los 10 bajo cero, acoge el All Star Weekend por tercera vez en su historia y primera desde 1988 (el estreno fue en 1973). La NBA salda así una antigua deuda con el tercer mayor mercado de Estados Unidos, una ciudad cuyo equipo, los Bulls, tiene una de las aficiones más fieles y una de las tradiciones más sagradas de la liga por obra y gracia de Michael Jordan y sus seis anillos. Los seis que ha ganado la franquicia (el último, en 1998). El gigantesco United Center, con apoyo del Wintrust Arena en el que juega la franquicia de la WNBA, Chicago Sky, será durante este fin de semana la capital del baloncesto mundial, el lugar donde la NBA presumirá de buena salud y musculatura de su star system. Así ha sido, en un evento que forma parte de los huesos de la competición, desde 1951.

Chicago, la Ciudad del Viento, tendrá por fin su tercer All Star, por detrás todavía de los seis de Los Ángeles y los cinco de Nueva York, los gigantes de las dos Costas. El fin de semana de las estrellas regresa 32 años después de la cita en la que Michael Jordan voló desde la línea de personal en el concurso de mates y Larry Bird levantó el dedo índice al cielo antes de que entrara su último tiro, el ganador, en el de triples. Eso es el All Star: la tradición, la leyenda, la historia más viva que nunca, la NBA homenajeándose a sí misma. Esta edición, la 69ª, tendría que ser la del récord de los ocho jugadores no estadounidenses y la de los también ocho de menos de 24 años (lo nunca visto desde 1951, la primera edición); la del estreno de Luka Doncic y Domantas Sabonis, el hijo de Arvydas, en una cita en la que LeBron James es todavía el gran patrón. Pero será en realidad la de Kobe Bryant. Así estaba escrito desde el 26 de enero, cuando se estrelló en Calabasas el helicóptero en el que viajaban Kobe, su hija Gigi y siete personas más.

El All Star de Kobe, Kobe y los All Star: solo Bob Petitt tiene los mismos MVP que él, cuatro, y solo Kareem Abdul-jabbar (19) supera sus 18 participaciones. Nadie ha jugado más de forma consecutiva (18) y LeBron le va a dejar ahora atrás cuando dispute el domingo el decimosexto como titular. Kobe, que en 1997 ganó el concurso de mates cuando era un rookie de 18 años, se estrenó en un All Star Game en 1998, con Gary Payton, Karl Malone, Reggie Miller y Michael Jordan. En 2009 fue MVP junto a Shaquille O’Neal, la imagen de una reconciliación hollywoodiense, y jugó el último en 2016, ya en la era de LeBron, Kevin Durant, Stephen Curry y Kawhi Leonard. Otra NBA.

Homenaje a Kobe y Gigi

La liga recordará a la leyenda de los Lakers durante todo el fin de semana. Y en el gran partido del domingo, el All Star Game, los jugadores del Team LeBron llevarán el número 2 (el de la camiseta de Gigi) y los del Team Antetokounmpo el 24 de Kobe. Y todos lucirán parches con nueve estrellas en recuerdo de los nueve fallecidos en el accidente. No solo eso: el nuevo formato del partido incluye otro guiño al número 24 con el que jugó Kobe los diez últimos de su carrera. Este año, los equipos intentarán imponerse en cada cuarto de forma independiente. En los tres primeros se partirá con el marcador a cero y habrá un ganador independiente. En el último se sumarán los marcadores de los tres anteriores, se cogerá el del equipo que lleve más puntos y se le sumarán 24. A partir de ahí, y sin límite de tiempo, se jugará hasta que uno de los dos equipos alcance esa cifra final. En todo el proceso, cuarto a cuarto y reto a reto, la NBA espera recaudar alrededor de un millón de dólares para dos organizaciones benéficas de Chicago elegidas por los capitanes, LeBron y Giannis, en el tercer año con esta fórmula, ya sin la clásica distinción Este vs Oeste.

Son tiempos de debate, nuevos formatos e intentos de revitalizar un evento para el que ha llegado a parecer que cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero esas conversaciones, los cambios y qué hacer y dejar de hacer en el futuro, quedan en un segundo plano durante este fin de semana, cuando las estrellas se reúnen (como en los sesenta, los setenta, los ochenta... como siempre) para celebrar, sencillamente, la NBA. Bienvenidos a Chicago, bienvenidos al All Star Weekend 2020.