Los Pelicans vencieron en su feudo a uno de sus rivales directos de la Conferencia Oeste, los Blazers. Lo hicieron sin Brandon Ingram, que sigue aquejado de una dolencia en el tobillo derecho. Al que le tocó enfundarse la capa de héroe frente a los chicos de Lillard fue a alguien que la va a tener que tener cerca para ponérsela de cuando en cuando: Zion Williamson. Los de Gentry vencieron con claridad, 138-117. 

Carmelo Anthony, entre otros, destacó la habilidad de Williamson: "No creo que sea comparable a nada que hayamos visto. Es tan poderoso, salta tanto... y encima está aprendiendo a jugar". Josh Hart, que ha asumido más minutos por la baja de Ingram, también le alaba: "Hasta asusta que se haya convertido en algo tan bueno tan pronto". El involucrado, de nuevo de récord, muestra su extrañeza: "Tengo expectativas altas, pero también sé encontrar la línea entre la realidad y los sueños. Esperaba impactar a la gente, pero no hacerlo de esta forma. Siempre intento encajar y no fallar, pero mis compañeros me fuerzan y está saliendo bien". 

Zion Williamson volvió a ser la cara visible de un partido de los Pelicans porque batió su tope anotador en un partido de la NBA. Lo pone ahora en 31 puntos. 10/17 en tiros de campo y 11/14 desde la línea de personal, aportando además 9 rebotes y 5 asistencias. A destacar la aportación de J.J. Redick (20 puntos) desde el banquillo. 

Damian Lillard y C.J. McCollum aportaron 20 tantos cada uno pero lanzaron demasiado para el acierto que tuvieron: 13/33, 39,3%. Carmelo Anthony (18 puntos) aprovechó la baja de Ingram, pero ni ello ni lo anterior fue suficiente para vencer. 

Los Pelicans van al acecho de los Trail Blazers. 23-31 para ellos y ya a sólo dos del conjunto de Portland, que está en la frontera de la Conferencia Oeste con 25-30.