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NBA | KNICKS 106 - GRIZZLIES 127

El circo de los Knicks: duchas sin agua caliente, comentarios machistas, tres expulsados...

Esperpento en el Madison en una nueva derrota de los Knicks: tangana final con tres expulsados, grito general para que el dueño venda la franquicia...

Actualizado a
El circo de los Knicks: duchas sin agua caliente, comentarios machistas, tres expulsados...

Lo que no pase con los Knicks de por medio... Lo primero es que perdieron, pero claro, eso ya no es noticia. Hasta el descanso le siguieron más o menos el ritmo a uno de los equipos de moda en la Liga. En la segunda parte desertaron de sus funciones y los Grizzlies simplemente se dejaron llevar por la corriente hasta llegar a un triunfo cantando desde muchos minutos antes. Dillon Brooks, con 27 puntos, fue el máximo anotador del partido.

Hasta aquí la crónica estrictamente deportiva en un partido que en lo que se refiere al juego no dio mucho más de sí. Ahora vamos con las cosas de los Knicks. Cuando faltaban 50 segundos y con el partido más que resuelto, los locales sacaron de fondo y Jae Crowder robó el balón en seguida en la zona rival, se fue con él en seguida a una esquina y lanzó de tres. A Elfrid Payton no le gustó nada ese gesto y le metió tal empujón al de los Grizzlies mientras estaba en el aire que éste acabó estampado contra unos asientos (vacíos ya) de la primera fila. A partir de ahí se montó una tangana tremenda que acabó con los dos protagonistas expulsados además de Marcus Morris.

Después del encuentro los dos knickerbokers en cuestión la iban a liar aún más. Payton vendría a decir que no se arrepentía de su acción y que "lo volvería a hacer otra vez, fuese quien fuese el rival", porque le parecía una falta de respeto al baloncesto lo que había hecho Crowder. Esta declaración, que por sí sola podría encender bastantes ánimos, no fue nada con lo que dijo Morris. El ala-pívot se iba a despachar a gusto con Jae Crowder con unas palabras que rápidamente iba a tener que corregir en Twitter. La acusación de machismo iba a planear sobre él ante una par de frases totalmente desafortunadas.

"Creo que este tío (Crowder) juega de otra manera. Tiene un montón de tendencias femeninas en la cancha, fingiendo y echando para atrás la cabeza todo el tiempo. Es blando, como una mujer. Esto es un juego de hombres y simplemente te cansas de estas cosas".

No sabemos si por iniciativa propia o porque alguien avispado dentro de la franquicia se dio cuenta, el caso es que Morris no tardó mucho en pedir perdón: "Pido perdón por haber utilizado la expresión tendencias femeninas. Tengo un respeto total por las mujeres y lo que significan para nosotros. Fue una respuesta provocada por la tensión del momento. Mi intención nunca fue faltar al respeto a las mujeres. Me disculpo de nuevo por mis comentarios".

No funcionan ni las duchas

El ambiente ya estaba caldeado antes de todo esto, y es que los aficionados de los Knicks aprovecharon el encuentro para recordar a James Dolan que le quieren lejos de la franquicia. Se pudo escuchar varias veces y con bastante insistencia y seguimiento cánticos y gritos pidiendo al actual dueño que vendiese el equipo, bajo cuyo mando se llevan viviendo los peores años de la franquicia neoyorkina.

Y como en la Gran Manzana todo lo que se refiere a baloncesto parece un circo la noche acabó con un giro inesperado y grotesco. Ja Morant iba a comentar a algún periodista que las duchas del vestuario visitante no tenían agua caliente y que sólo en tres salía el agua con suficiente potencia como para ducharse. Eso sí, con agua fría, en Nueva York y en enero. Si se quieren reír por no llorar están en su derecho. Pero no olviden que esto no es un chiste. Son los New York Knicks.