Houston Rockets asaltó Minnesota (124-131) en el enésimo naufragio en el lanzamiento de James Harden, que cuando entra en barrena cae a plomo. Sin remedio. Sin posibilidad de remisión. La Barba logró solo 12 puntos ante los Wolves, su peor anotación de lo que llevamos de temporada y con una muy mala carta de tiro: 3 de 13 en el lanzamiento, 0 de 6 desde el perímetro. En los últimos seis partidos, el base acumula un preocupante 11 de 63 de tres, un bajísimo 17,4%.

Sin embargo, ante su descenso, los texanos vieron en Minny el ascenso meteórico de Russell Westbrook. El ex de los Thunder estuvo a la altura y destrozó a su rival con 45 puntos, la última vez que anotó tanto fue hace exactamente dos años con 46 tantos frente a Washington Wizards. El base alcanzó las más de cuatro decenas de puntos tras acertar 16 de sus 27 lanzamientos, estar impoluto desde la personal (13 de 13) y no intentar ni un solo triple: 0 de 0. Es la primera vez que un guard llega a unos niveles tan altos de producción sin ayuda del perímetro desde Wade en 2007. “Ese el MVP Russ”, dijo tras el duelo Mike D’Antoni, entrenador de los Rockets.

La actuación de Russell Westbrook

“Russell acertó algunos grandes tiros. Fue MVP por una razón y en el último cuarto, y especialmente en toda la segunda mitad, nos golpeó algunos lanzamientos realmente buenos”, afirmó Karl-Anthony Towns. El pívot de los Wolves (ocho derrotas consecutivas) logró 30 puntos y 12 rebotes, mientras que Andrew Wiggins se marchó hasta los 28 con 5 capturas y 3 asistencias. Eric Gordon también lució en los Rockets: 27 puntos con un 6 de 13 desde el triple.