NBA | PORTLAND TRAIL BLAZERS 129-GOLDEN STATE WARRIORS 124

Lillard bate el récord de Portland, de Luther King y del curso

El base de los Blazers logró 61 puntos en la agónica victoria en la prórroga ante Golden State Warriors. Los de Oregón siguen en la lucha por los playoffs.

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Hay buenos jugadores, jugadores excelentes y otros, los pocos elegidos, extraordinarios. Damian Lillard (Oakland, 1990) pertenece a ese último grupo. Un base que reconstruyó con sus propias manos a Portland Trail Blazers cuando todos huyeron y que ha clasificado a la franquicia de Oregón para playoffs durante seis años consecutivos, la segunda racha más larga de su historia tras el periodo de 1982 a 2003. Es un jugador ligado de manera incomprensible para muchos a un equipo mediáticamente menor y de un mercado pequeño en la casi olvida región nororiental del país.

La actuación de Lillard

Es especial y como muchas veces se nos olvida, tiene que sacar el mazo a pasear de vez en cuando para hacérnoslo recordar. Y ante Golden State Warriors fue uno de esos días. Lillard dio el triunfo a los suyos con una actuación superlativa. Anotó 61 puntos tras descerrajar 11 triples de 20 intentos y de estar impoluto desde la línea de tiros libre: 16 de 16. Además, añadió 10 rebotes y 7 asistencias en los 45 minutos que duró un duelo que tuvo que resolverse en la prórroga por la empecinada insistencia de los Warriors. Su anotación es el récord de siempre tanto en la franquicia de Oregón (al igual que los triples) como en el día de Martin Luther Kings. También es el tope logrado hasta el momento esta temporada. Casi nada. 

Lillard tuvo que emplearse al máximo y señalar ese reloj imaginario que lleva en la muñeca cuando está a pleno rendimiento porque los Warriors se mostraron muy tozudas. Demasiado para ser el peor conjunto de la NBA con un balance de 10-35. Golden State llegó a Oregón sin Curry, Thompson y Green y dominó todo el duelo tras el primer cuarto. Con unos soberbios Alec Burks (33), D’Angelo Russell (22) y Eric Paschall (22) se colocaron 3 arriba (110-113) a falta de escasos 25 segundos para cerrar el último cuarto y 6 por encima (113-119) al iniciarse la prórroga. En las dos ocasiones chocaron con Lillard. Era la hora de Lillard.