NBA

Curry tiene como objetivo volver en marzo: ¿es necesario?

Según Marcus Thompson III (The Athletic), el base de Golden State Warriors planea regresar a las canchas el 1 de marzo ante Washington Wizards.

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Stephen Curry, durante el partido que enfrentó a Golden State Warriors contra Denver Nuggets.
Kelley L Cox USA TODAY Sports

Golden State Warriors apunta al 1 de marzo ante Washington Wizards como posible fecha de regreso para Stephen Curry, según informa Marcus Thompson III (The Athletic). El base solo disputó los cuatro primeros partidos de la temporada por la fractura del segundo metacarpiano de la mano izquierda que sufrió en el minuto 8:31 del tercer cuarto del choque ante Phoenix Suns.

Las informaciones que se han publicado sobre la situación física del dos veces MVP han variado con el tiempo. Y han sido contradictorias. En un primer momento, Golden State anunció que se perdería tres meses (44 partidos). Un lapso que estaría a escasos diez días de expirar y que no se cumplirá. Días después, la peor de las noticias estallaba: Curry podría perderse lo que restaba de curso. Y ahora, a las puertas de febrero, se ve luz al final del túnel. “Parece listo para jugar en las sesiones posteriores a los entrenamientos”, dicen desde la franquicia de San Francisco. El base volvió a ejercitarse a principios de año usando la mano lesionada.

Muchos problemas

Su vuelta es una opción abierta, pero puede que innecesaria viendo cómo transcurre la presente temporada para un equipo que ha pasado de dominar la Liga en el último lustro con tres anillos en cinco Finales seguidas a ser el peor equipo de la competición. Los de Steve Kerr presentan un balance de solo 10 victorias en 44 partidos. Un 22,7% de triunfos. Un porcentaje inferior al que tienen Atlanta Hawks y New York Knicks en este ecuador del curso.

Un escenario catastrófico deriva de las lesiones de Curry y de Klay Thompson, que se perderá entera la temporada, y el delicado estado de salud de Kevon Looney (neuropatía). Bajas claves que se unen a la marcha en verano de Kevin Durant. Y el barco warrior se hunde, con una plantilla muy débil, cogida con alfileres y condenada a la parte baja del Oeste.

El regreso de Curry no ayudaría a un cambio radical. Al menos en el plano clasificatorio: Golden State está virtualmente fuera de los playoffs. Es un sueño ilógico pensar que los Warriors lleguen a la fase final. El único objetivo es un tankeo que ya no garantiza un número uno de draft (que se lo digan a Knicks o Suns), pero si un puesto alto para seleccionar a una de las futuras estrellas de la NBA. Con Curry la posibilidad de ganar partidos está ahí y eso complicaría los números en la lotería.

Además, si juega puede lesionarse de nuevo en un tramo de la temporada inservible. Destrozaría el futuro deportivo inmediato de la franquicia y sería un puñetazo en lo económico: sin victorias, la asistencia al nuevo y fabulosos Chase Center se resentiría y los 43 millones de dólares que cobraría la próxima campaña el mejor triplista de siempre en la NBA se tirarían por el desagüe. La balanza es más negativa que positiva.