NBA | PELICANS 130 - CLIPPERS 133

Kawhi y Williams pueden a unos Pelicans que se quedan sin aire

Los locales fueron mejores durante tres cuartos, pero la exhibición final de Williams y el partidazo de Kawhi les dejan sin su 11ª victoria en 15 partidos.

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Kawhi y Williams pueden a unos Pelicans que se quedan sin aire

Los Clippers sobrevivieron en un mal día a un equipo que llegaba al partido embalado. Los Pelicans habían ganado 10 de sus últimos 14 partidos y hasta el inicio del último cuarto parecía que podían alargar la racha. Hasta entonces casi todo funcionaba: Lonzo, Favors, Hart, Hayes… Curiosamente fue Ingram, que está haciendo una temporada de escándalo, el único que no daba la talla. Algo que se iba a agravar en los minutos finales. El alero metió sólo 7 puntos en la segunda mitad, 2 en el cuarto final. Y ahí, con el marcador igualado y su equipo haciendo la goma, le echaron mucho de menos. Pero es que enfrente, y ante un conjunto que se puso a defender tarde pero a tiempo, había dos señores llamados Kawhi Leonard y Lou Williams ante los que necesitas todo tu arsenal si no quieres que te dejen noqueado.

El partido lo empezaron dominando los Pelicans gracias a la conexión entre Brandon Ingram (que llegaba de hacer el mejor partido de su carrera) y Derrick Favors. El pívot puede estar jugando como nunca en Nueva Orleans. A falta de que se incorpore Zion, es la referencia interior absoluta y lo está aprovechando a las mil maravillas. Kawhi Leonard respondió como el líder que es para dar las primeras ventajas a su equipo, pero entonces apareció Lonzo, otro al que el cambio de aires le ha sentado fenomenal. Iba a acabar el primer cuarto como el máximo anotador, reboteador y asistente de su equipo.

Con la entrada en pista de las segundas unidades tomaron protagonismo Alexander-Walker en los locales y Harrell en los visitantes. Los bloqueos a Hayes dejaban liberado al de los Clippers que amenazó con hacer un agujero en el rival. Porque la defensa no estaba siendo ninguna maravilla, pero peor aún lo fue la de los angelinos. Al descanso (80-72) los Pelicans tenían un acierto del 63,8% en tiros de campo y del 52,4% en triples. Más allá de las triquiñuelas de Beverley y de que Kawhi se pegó a Ingram en los últimos minutos, es seguro que Doc River se marchó al vestuario bastante enfadado con el desempeño de su equipo atrás. Algo que, por cierto, no es noticia.

Los 80 puntos suponían para los Pelicans igualar su récord de puntos al descanso y los 152 combinados eran la segunda máxima anotación de la temporada en los primeros 24 minutos. El tercer cuarto le sirvió a los locales para moverse en una ventaja constante de 10 puntos en lo que era una pelea de Kawhi Leonard contra todos. El alero acabó con 39 puntos (y 6 rebotes, 6 asistencias y 5 robos) logrando su quinto partido seguido con más de 30 tantos. El partido, que se alargaba hasta el extremo en el tiempo por culpa de los tiros libres (lanzaron 75 entre los dos, los Pelicans fallando 13 de ellos), cambió radicalmente en los últimos 12 minutos. Entonces apareció uno de los mayores especialistas en esos momentos en los que se deciden los partidos.

Lou Williams, que había aportado de forma intermitente, metió 14 de sus 32 tantos en el último periodo. Entre ellos un triple que puso el 133-127 a 30 segundos del final y que acabaría siendo definitivo. A los Pelicans se les cortaron las vías de anotación. Simplemente no pudieron seguir el ritmo de su rival, que le endosó un 31-20 en el último parcial. Aunque dos triples finales de Lonzo (18+10+11) y de Redick (19) dieron esperanzas a la afición. Sin embargo el ex de Philadelphia no pudo acertar en el último intento de tres para forzar la prórroga. Un tiro en movimiento, con poco más de 2 segundos en la jugada y con la mano infinita de Kawhi encima.