RAPTORS 140-WIZARDS 111

Marc Gasol ha vuelto como nuevo: 20+6+5 y ¡6/7 en triples!

Otro partidazo del pívot español, muy fresco de piernas y cabeza tras casi un mes de baja por lesión. Recital ofensivo de los Raptors ante unos Wizards patéticos.

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Nick Nurse, el entrenador milagro que hizo a los Raptors campeones la temporada pasada y los mantiene en primer línea competitiva en esta a pesar de la ausencia de Kawhi Leonard, se refirió al verano de los dos títulos (anillo NBA y Mundial) de Marc Gasol y su curso de más de 100 partidos: "Jugó 19 meses seguidos, por fin ha podido tener un parón". Quería decir, en realidad, que la lesión que ha tenido a Marc casi un mes parado puede haber sido una bendición para él y para su equipo, la buena noticia que sigue a la mala. El pívot, fresco de piernas e ideas y con un entusiasmo totalmente renovado, ha vuelto como un tiro. Contra unos tristes Wizards (140-111) metió 20 puntos con 6 rebotes, 5 asistencias y un 6/7 en triples. Su máxima anotación de la temporada y la tercera vez en su carrera que llega ha seis tiros convertidos (su tope) desde la línea de tres. En los dos partidos que ha jugado desde su regreso promedia (sin lanzar ni un tiro libre) un 15+6+5 con un 9/11 total en triples. El mejor Marc, en una versión implicada en ataque y defensa que permite a los Raptors desplegar su quinteto grande, con Siakam e Ibaka completando el frontcourt, Lowry en la dirección y un Anunoby que también ha recuperado tono y que esta vez, además, amargó a Bradley Beal (14 puntos, 4/12) con su implacable defensa.

Aunque, en realidad, Beal se amargó solo, justo cuando emergen informaciones que señalan que, pese al compromiso que ha manifestado muchas veces, la acumulación de derrotas (13-28 ahora) de su equipo le está pesando de forma cada vez más drástica. En plena madurez y en un momento en el que por juego podría ser una de las grandes estrellas mediáticas de la NBA, Beal lleva temporada y media varado en la reconstrucción de los Wizard, que, después de algunas semanas de divertido despliegue ofensivo, están en un momento pésimo y fueron barridos literalmente de la pista por unos Raptors que igualaron su mejor marca en puntos (140) y superaron la de triples: 22 con un 51% de acierto (22/43) que completó un 57% total en lanzamiento, con 35 asistencias, 16 robos (26 pérdidas de los Wizards...), un 58-40 en puntos en la pintura, 34-19 en transición... una paliza.

Después de semanas bajo mínimos y jugando baloncesto de supervivencia por la plaga de lesiones que les ha tocado sufrir, los Raptors han recuperado a casi todos sus efectivos (falta el explosivo VanVleet) y empiezan a enseñar una versión que puede volver a ser temible (o como mínimo, un hueso durísimo de roer) en playoffs. Muy bien entrenado, con una defensa cargada de físico y buenas lecturas y un ataque en el que esta vez no tuvieron que hace gran cosa Lowry (que dio el susto por un golpe en la rodilla) y Siakam, que apenas jugó 25 minutos mientras partían a los Wizards un Marc brillante, Powell (28 puntos y 20 de media en sus últimos 13 partidos, otro que se perdió once por lesión) y Terence Davis (23+7+5). La versión grande de los Raptors, con Marc e Ibaka cerrando todos los agujeros en defensa a base de ayudas constantes, puede ser una de las grandes armas de un campeón que, eso sí, no tuvo enfrente oposición alguna. Pero brilló, y a base de bien, con un Marc Gasol fresco, inspirado y visiblemente feliz de volver a jugar al baloncesto. Que siga.