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CLEVELAND CAVALIERS

Love, en rebeldía: "Adelante, múltame, tengo mucho dinero"

La situación del ala-pívot en Cleveland Cavaliers está en su peor momento: enfrentamientos con Koby Altman, estallidos de violencia...

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Love, en rebeldía: "Adelante, múltame, tengo mucho dinero"

La relación de Kevin Love con Cleveland Cavaliers está en su punto más bajo desde que aterrizó en Ohio hace casi seis años. Según Shams Charania (The Athletic), el ala-pívot tuvo un intercambio de palabras muy duro con el mánager general de la franquicia, Koby Altman. La discusión se produjo tras la derrota contra Oklahoma City Thunder (106-121) y frente a compañeros, cuerpo técnico y miembros de la oficina de los Cavs.

El estallido se comenzó a fraguar durante el encuentro. Love, 12 puntos (4 de 10 en tiros de campo) se mostró malhumorado, cansado e incluso ausente en algunos tramos del duelo. A finales del segundo cuarto, pidió el balón a Collin Sexton para lanzárselo de manera violenta a los pies a Cedi Osman a continuación y en el último periodo dejó anotar a placer a su rival como si todo aquello no fuera con él. "Se comparten muchas falsedades... pero he aprendido que vivimos en un mundo donde la gente recuerda las acusaciones y no las refutaciones. Déjalos pintar la imagen que quieran. El hecho es que amo a mis compañeros de equipo", escribió Love en redes sociales junto a una foto con Sexton.

Las acciones de Kevin Love ante Oklahoma

Esta no ha sido la primera ocasión que el californiano ha mostrado su lado más oscuro. El 31 de diciembre fue multado con 1.000 dólares por golpear violentamente una silla del banquillo durante un tiempo muerto ante Toronto Raptors y a finales de la temporada pasada ya levantó a la voz a Altman. El mánager general llegó a amenazarle con sancionarle económicamente. “Adelante. Tengo mucho dinero”, cuentan que respondió el ala-pívot, que firmó en 2018 una renovación por cuarto años y 120 millones de dólares.

La acción de Kevin Love ante Toronto

Fue Altman el que tomó la decisión de atar a Love cuando los Cavaliers se deshacían por, una vez más, la marcha de LeBron James de Cleveland. En esta ocasión, el Rey tomó rumbo a la Conferencia Oeste y a Los Angeles Lakers tras conquistar el primer anillo de la historia para la franquicia. El directivo aseguró al ala-pívot que la idea primaria de la organización era crear un equipo para acceder a los playoffs. Un año y medio después esa promesa es una quimera: el pasado curso, los Cavs solo ganaron 19 partidos de 82 y, en este, solo llevan una decena en 35. Se encuentran en la 13ª posición del Este a 5,5 encuentros de la octava plaza, la última que da acceso a la postemporada.

Durante las últimas semanas, todas las noticias alrededor de Love han tenido un punto en común: quiere salir de los Cavaliers y acabar en un aspirante al anillo. “Está infeliz” por su situación en Cleveland y en particular por su relación con el entrenador John Beilein, asegura Brian Windhorst (ESPN).

Love, que se perdió el año pasado 60 duelos principalmente por una cirugía en el dedo del pie, promedia 16,4 puntos en los 30 choques que ha jugado, la misma media de su primer curso en unos Cavs a los que llegó dentro de la vorágine que se creó en el mundo NBA por el regreso de James a casa. La operación fue a tres bandas entre Cavaliers, Minnesota y Philadelphia. La franquicia de Ohio traspasó a dos números uno del draft como Anthony Bennett y Andrew Wiggins a los Wolves (el equipo de Love), y mandó la primera ronda de 2016 a los Sixers. El movimiento parecía genial. Se formó de inmediato una maravilloso big-three con Irving como tercera espada y el anillo como único objetivo. El problema fue el ogro que surgió en San Francisco.

La aportación e influencia de Love fue puesta en cuestión desde el primero minuto. Bajo la alargada sombra de LeBron, sus números (y confianza) cayeron: nunca alcanzó los 20 puntos de media en su etapa junto al Rey y solo en una ocasión superó la decena de rebotes. Se perdió las primeras Finales por su lesión en primera ronda y en las segundas tuvo más sombras que luces, aunque su defensa sobre Curry en la última jugada decisiva del séptimo partido le sirvió de redención. Y a los Cavaliers para alcanzar el primer anillo de su historia.