Las críticas a Carmelo Anthony habían empezado a aflorar pese a que lleva sólo una semana como jugador de Portland Trail Blazers. La racha del equipo no ayudaba y el alero de Nueva York simplemente estaba metido en el mismo saco. Ante los ineficaces Bulls llegó la hora de sonreír: 25 puntos con buenos porcentajes, una victoria coral fuera de casa para cortar la racha negativa y hacer que jugador y equipo sean uno. 

Los Bulls, que llegaban de la increíble remontada en Charlotte con los trece triples de Zach LaVine, aguantaron un cuarto. Fue lo que tardaron los Blazers en dar con la tecla. Ayudó a la integración de las jugadas que los dos principales actores, Damian Lillard y C.J. McCollum, participaran más del juego (el primero, con 12 asistencias). Entre el segundo y el tercer cuarto el parcial que le cayó a los locales fue de 44-65. 

Anthony fue efectivo desde la parte derecha de la pista, donde la gusta jugar para rebasar al defensor por su izquierda para ganar ventaja, y se vio con fuerzas hasta para machacar ante un rival. La implicación ha pasado de ser una tentativa a una realidad, se le ve preparado y con muchas ganas de aportar a un equipo que necesitaba un revulsivo. Es sólo un partido, como cuando debutó y ya le criticaban... 

Los porcentajes de los Bulls fueron malos, rozando el 40% en tiros de campo, y perdieron la batalla del rebote (37 a 55), algo todavía peor si tenemos en cuenta que las bajas de los Trail Blazers -Gasol, Nurkic, Collins- son en el juego interior. 

Sexta victoria para el equipo de Terry Stotts, que quiere remontar en el Oeste. Los Bulls también están 6-12, pero sólo con los Cavaliers, Hawks y Knicks por debajo.